Con quién te relacionas (y cómo) es más importante de lo que crees a la hora de emprender un negocio. Y si se trata de una empresa social, tu red de contactos (capital social) podría ser la clave del éxito.
A eso apuntan los hallazgos preliminares de una investigación conjunta de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), la Universidad de Cataluña y la Universidad de Konztanz, que busca conocer y comparar ecosistemas de emprendimiento social en Aguascalientes, el Distrito Federal y Cataluña.
“Hemos encontrado cosas muy interesantes, como que los emprendedores sociales podrían tener una capacidad de movilidad de recursos muy diferentes a la del empresario tradicional porque actúan apegados a otro tipo de principios (…) y esto genera cuestiones de contagio social que hace que estas iniciativas puedan tener mayor éxito. Pero, por otra parte hay restricciones importantes”, adelanta Alejandro García, líder de la investigación en la UAA.
Con ayuda de la app para Android Social Capital Companion, desarrollada en la institución alemana, la investigación ayuda a los emprendedores a sacar un mejor provecho de sus redes reales, con las cuales se conecta personalmente o a través de plataformas virtuales como Facebook y Twitter.
“El emprendedor va construyendo su propia red. (La app) lo autoentrevista y le pregunta lo mismo que nosotros: quiénes son las personas que te ayudan en las fases iniciales de tu proyecto, qué tanto contacto tienes con ellos, cuál es tu cercanía física, dónde viven… y va teniendo acceso a ver su propia red y tener algunas medidas básicas de la red”, explica García Macías.
Otro hallazgo preliminar ha confirmado que contactos cercanos, como la familia, normalmente brindan apoyo afectivo, mientras que los más lejanos dan acceso a recursos instrumentales. Sin embargo, en los emprendimientos sociales la cohesión familiar no se debilita con el crecimiento de la compañía.
“Tienen una importancia fundamental en la etapa de nacimiento y consolidación de la empresa. Los recursos financieros provienen más de la familia, que confía, que arriesga, que pone su patrimonio en juego para el emprendimiento (…) Conforme la empresa avanza, van entrando en juego otro tipo de lazos más débiles, más especializados. En los emprendimientos sociales parece que se mantiene esta cohesión familiar”, detalla el investigador.
La investigación también pretende medir la posibilidad de que contactos cercanos interactúen con otros más lejanos, la importancia de cada miembro de la red en relación con su ocupación y, desde luego, su capacidad de movilizar o no el capital social contenido en la red.
En este sentido, los avances de la investigación revelan el potencial global de los emprendimientos sociales locales.
“El emprendimiento puede estar con una base local, en Aguascalientes; pero el emprendedor está conectado por vía de sus contactos personales reales o virtuales, con todo el mundo”, explica Alejandro García.
Los resultados definitivos, que estarán listos a principios de 2016 en una publicación, podrían ayudar a los emprendedores sociales a identificar cómo pueden aprovechar mejor los contactos que tienen y de qué formas pueden conectarse con otras redes.
Además, su enfoque comparativo ofrecerá a los participantes en el estudio la posibilidad de tomar las mejores prácticas de otros emprendimientos exitosos y adaptarlas al ecosistema al cual pertenecen.