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Digitalización: Proceso indispensable para garantizar la permanencia en el largo plazo

Carlos Zegarra, Socio Líder de Management Consulting en PwC México

Por Carlos Zegarra, Socio Líder de Management Consulting en PwC México

Durante la crisis por pandemia, las empresas han experimentado
disrupciones en el conjunto de su ecosistema, lo cual ha dejado
al descubierto la necesidad de un mayor nivel de adopción de
tecnologías emergentes en sus modelos de negocio.

La pandemia del COVID-19 ha generado impactos inmediatos en las cadenas de suministro de las empresas. En particular, en el sector de manufactura, ya que las compañías han enfrentado efectos importantes tanto en la demanda como en la capacidad de oferta de sus productos. La volatilidad de la demanda se ha incrementado en forma relevante y numerosas compañías han enfrentado caídas sin precedentes en su demanda.

Por otro lado, los comportamientos y expectativas de los consumidores están cambiando dramáticamente, desafiando las operaciones y cadenas de suministro de muchas empresas de manufactura. Los clientes ahora realizan la investigación de sus productos a través de múltiples canales y existe una creciente demanda por productos personalizados. Ellos esperan no solamente visibilidad alrededor del estatus de su orden y de su entrega, pero también una entrega instantánea. Asimismo, están preocupados cada vez más por la calidad y el origen de los productos, así como por la sustentabilidad de los mismos y de toda su cadena productiva.

En este sentido, vemos que algunas compañías han ajustado sus bases de proveedores y están analizando la implementación de estrategias multisourcing. Otras están considerando una mayor regionalización o más operaciones de nearshoring en sus cadenas de suministro. Asimismo, compañías están reanalizando sus decisiones de fabricar versus comprar. Otras han desarrollado nuevos enfoques de go to market y usado diferentes canales para llegar a sus clientes.

En este escenario, el sentido de urgencia para la transformación digital se ha incrementado tanto en aquellas empresas que iniciaron dichos procesos antes de la pandemia, como en aquellas que, a raíz de la crisis actual, se preguntaron qué podían haber hecho diferente si hubieran tenido un mayor nivel de adopción digital en sus operaciones durante la pandemia.

Identificamos que la adopción de tecnologías emergentes en el sector de manufactura permite mejorar la transparencia en sus cadenas de suministro, brindando a las organizaciones mayor visibilidad sobre su inventario y capacidad operacional, haciendo que sea más fácil el identificar y gestionar riesgos y responder ante eventos, incluyendo caídas drásticas en la demanda o cuellos de botella en la adquisición de materia prima. Otro aspecto de la transparencia de la cadena de suministro es la visibilidad en tiempo real sobre sus flujos logísticos, lo cual permite a las compañías, por ejemplo, incrementar sus capacidades de rastreo, generando una mayor atracción de clientes y fortaleciendo sus relaciones con los mismos.

Invertir adecuadamente en estas herramientas, de acuerdo con nuestros estudios, genera beneficios tanto en el incremento de ingresos como en la disminución de los costos operativos (cerca de 2x en relación de aquellas empresas con menores niveles de adopción digital), así como una mejora considerable en los indicadores de entrega a tiempo y con los productos y cantidad solicitados (OTIF, por sus siglas en inglés). Finalmente, hemos identificado que un menor nivel de inventarios (53% de mayor rotación comparado con otras empresas) es otro de los efectos positivos que dicha adopción digital genera en las empresas del sector de manufactura.

Los desafíos en este escenario están presentes. Es importante considerar que muchas de estas tecnologías aún se encuentran en etapas iniciales de madurez. Asimismo, no todas las compañías tienen el talento humano adecuado con las habilidades requeridas para implementarlas y gestionarlas. En muchos casos, tampoco existe total certidumbre sobre su retorno de inversión total, así como en otros no se dan todavía los niveles convenientes de madurez sobre el manejo de datos; insumo indispensable para que a través de estas tecnologías se tomen mejores decisiones.

Durante este año hemos visto a las empresas en “modo supervivencia”, tratando de responder a las disrupciones en su entorno. No obstante, consideramos que para el 2021 las prioridades migrarán hacia acciones más estratégicas de largo plazo, donde el proceso de digitalización se intensificará aún más, apostando por beneficios que se vivirán progresivamente en los próximos años.

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