La deuda externa de un país es el total de los préstamos que ha contraído con entidades extranjeras, ya sean gobiernos, instituciones financieras o empresas internacionales.
Los préstamos pueden ser utilizados para financiar proyectos de infraestructura, programas sociales, o para cubrir déficits fiscales. En términos sencillos, es la cantidad de dinero que un país debe a actores fuera de sus fronteras.
En el caso de México, la deuda externa ha sido un tema recurrente de análisis, dado su impacto en la economía nacional.
Según los últimos datos disponibles, la deuda externa de México alcanzó los 610,562.80 millones de dólares estadounidenses (USD) en el primer trimestre de 2024, un aumento significativo en comparación con los 593,990 millones de USD registrados en el cuarto trimestre de 2023.
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¿Cómo ha evolucionado la deuda externa de México?
La deuda externa de México ha mostrado una tendencia al alza en las últimas décadas, aunque también ha tenido fluctuaciones notables.
Desde 1980, el promedio de la deuda externa ha sido de 103,513.82 millones de USD, lo que refleja una expansión considerable en comparación con los primeros años de la década de los 80, cuando el país registraba cifras muy bajas.
En su punto más alto, la deuda externa alcanzó 628,510.19 millones de USD en el cuarto trimestre de 2020, un récord que coincidió con las dificultades económicas globales provocadas por la pandemia de COVID-19.
Por otro lado, el nivel más bajo de la deuda externa de México se registró en el primer trimestre de 1980, cuando la cifra fue de apenas 0.70 millones de USD. Esta variabilidad demuestra cómo los factores económicos internos y externos pueden influir en la carga financiera de un país.
¿Por qué aumenta la deuda externa de México?
El aumento de México en los últimos años se debe, en gran parte, a las políticas de financiamiento adoptadas por el gobierno, especialmente en momentos de crisis económicas o de baja recaudación fiscal.
Durante la pandemia, por ejemplo, la necesidad de financiar paquetes de estímulos económicos llevó a un incremento significativo de la deuda externa.
Además, México, como muchas economías emergentes, ha recurrido a préstamos internacionales para hacer frente a proyectos de infraestructura y al financiamiento de programas sociales.
¿Qué impacto tiene en la economía mexicana?
Si bien el endeudamiento externo puede ser una herramienta útil para financiar el desarrollo económico, el aumento de la deuda también puede generar preocupaciones sobre la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones.
Un nivel elevado puede aumentar el riesgo de vulnerabilidad económica, especialmente si las condiciones globales cambian, como ocurrió durante la crisis financiera de 2008 o la pandemia.
El Servicio de la Deuda Externa —el pago de intereses y amortizaciones— es uno de los gastos más importantes del gobierno mexicano, lo que podría limitar los recursos disponibles para otros sectores como la educación, la salud o el desarrollo de infraestructura.
Sin embargo, si el país utiliza los recursos de manera eficiente, la deuda externa puede convertirse en un motor de crecimiento a largo plazo.
Deuda externa y economía global
Es importante recordar que la deuda de México no solo está influenciada por las políticas nacionales, sino también por las condiciones internacionales.
Factores como los tipos de cambio, las tasas de interés globales y las políticas económicas de las grandes economías, como Estados Unidos, tienen un impacto directo en el costo de los préstamos y en la sostenibilidad de la deuda.