A lo largo de muchos eventos a los que he asistido tanto en las principales urbes del país, como en ciudades medias con una dinámica similar a la de Aguascalientes, he notado invariablemente algunos detalles que en nuestra ciudad marcarían una diferencia cotidiana.
Entre otras cosas, he notado que una mejor actitud en la interacción social entre la familia, los vecinos, los compañeros de clase y/o del trabajo; así como en la forma de conducir y el aspecto mismo de nuestro automóvil, al cruzar las vialidades como peatón; al usar al menos una vez por semana una opción distinta de movilidad con sus limitantes, al saludar cortésmente a las personas en nuestro paso cotidiano, e incluso hasta empatizar un poco más con ellas, sentaría las bases de una sociedad más humana y consciente, que traería por consiguiente algunos otros beneficios e incluso sería interesante observar sus repercusiones en otros aspectos de la vida citadina.
Es deleznable que, al igual que en metrópolis orientadas totalmente al automóvil, en nuestra ciudad, en calidad de peatón nos disculpamos y hasta corremos apuradamente cuando un vehículo nos cede el paso, como si fuese un favor e interrumpiéramos abruptamente a los automotores “dueños” de la calle. O bien, tener que correr ante el inclemente conductor que acelera en el instante en que pretendemos cruzar a la mitad de la cuadra y no por las intersecciones. Sin mencionar, las constantes tropelías viales e improperios que cometen a su paso los choferes de taxi y transporte público colectivo.
Aunado a lo anterior, es totalmente reprochable la cara que mostramos ante las personas de otros estados que comparten alguna estancia, ya sea de estudio o de trabajo, prolongada en nuestra comunidad y nos catalogan como una sociedad muy conservadora, muy “cerrada” en cuanto a socialización e interacción con personas que no pertenecen a un mismo círculo social de toda la vida.
Otro reflejo de la población hidrocálida es su poca participación cívica y carente capacidad de organización. Dejando de lado textos como el `Laberinto de la Soledad´, `Mañana o Pasado´, lo cierto es que al compararnos económicamente con estados como Querétaro, Guanajuato, Nuevo León y Jalisco, quedamos a la vez muy reducidos ante ellos en otros aspectos, mientras en Querétaro y Nuevo León por mencionar un ejemplo, están organizándose cada vez más para una adecuada ordenación territorial ante el boom inmobiliario de gran visión, además de promover un estilo de vida en la que se aprovechen las fortalezas de cierta zona urbana para empoderar a la comunidad.
También están creando think tanks de política pública y desarrollo económico; organizaciones civiles apartidistas enfocadas en monitorear las acciones de gobierno. Y más importante y contrastante aún: las comunidades universitarias ahí presentes llevan realmente proyectos de emprendimiento social, empoderamiento, liderazgo entre muchas otras iniciativas tanto para comunidades marginadas como para el desarrollo personal y profesional de sus mismos compañeros menos afortunados, donde la participación en estas agrupaciones se da por convicción y compromiso y no por esperar alguna prebenda o beneficio económico o político.
Aquí en Aguascalientes, muy lejos se ve que un ciudadano con conocimiento pueda realmente participar y ser tomado en cuenta. Urge promover más el desarrollo e involucramiento de think tanks locales como el mismo CIDE; tener asociaciones apartidistas y participativas como el claro ejemplo de `Distrito TEC´y `Alcalde ¿Cómo Vamos? en Nuevo León´; que las Universidades del Estado realmente promuevan una vida estudiantil integral con más participación estudiantil en iniciativas extracurriculares que impacten positivamente al Estado y no solamente politiquería escolar.
Al ser una sociedad mas participativa, involucrada y comprometida en temas que nos atañen a todos, veremos los resultados que queremos: baja en la tasa de suicidios, mejor infraestructura pública, un transporte público digno y adecuado; servicios financieros y cabildeo más sofisticado, una mejor integración con los centros de investigación aquí presentes, más centros de trabajo con personal de alto valor agregado y no solamente mano de obra barata.
No seamos aquella pirámide desigual sostenida en su base por la clase menos favorecida de la zona oriente de la mancha urbana y los demás en la cúspide de la misma. Preocupémonos más por las personas a nuestro alrededor y dejemos de vivir en nuestra burbuja cotidiana. Tú, profesionista, estudiante, papa, mamá, cualesquiera que sea tu rol cotidiano, participa en aquello que creas que puedas aportar por los demás.