Aguascalientes destaca a nivel nacional por su gran infraestructura cultural, lo que detona procesos creativos importantes, consideró Teresa Vicencio Álvarez, secretaria administradora de El Colegio Nacional, organismo fundado en 1943.
Entrevistada por Líder Empresarial en el marco de la reapertura del Museo de Aguascalientes, mencionó que nuestro estado siempre ha tenido un lugar preponderante en materia cultural.
“Es el lugar donde las Casas de Cultura cobraron forma, donde se concibieron como tal, como un enclave de educación artística y de formación en las artes (…), durante muchos años fue el estado que más Casas de Cultura tenía, proporcionalmente, en el país. La densidad de museos también es importante; son herederos de una gran tradición gráfica con el Museo Posada y tienen el enorme reto del Museo Espacio, donde hay una posibilidad infinita de cosas relacionadas con arte contemporáneo”, expuso.
En torno a la remodelación efectuada en el Museo de Aguascalientes, mencionó que cualquier esfuerzo por renovar y conservar la infraestructura cultural es muy meritorio y habla bien de quien lo impulsa, sobre todo porque las necesidades de un estado son muchas.
“A veces parece mucho más inminente invertir en salud o en otros rubros, que por supuesto es prioritario y urgente, pero con esa misma prioridad debe atenderse la infraestructura y los proyectos culturales”, mencionó: “yo celebro que este museo con tanta tradición, que es la casa de Saturnino Herrán y de tantas obras maestras que han pasado por aquí, tenga ahora nuevos bríos”, agregó.
Asimismo, refirió que la colaboración con el Instituto Cultural de Aguascalientes apenas comienza, pues traer la exposición del maestro Vicente Rojo “Cuaderno de Escrituras” es solamente el inicio de una serie de proyectos que comprenden conferencias, simposios y publicaciones.
Finalmente, Teresa Vicencio convocó a la población a perderle el miedo a los museos y recorrer las exposiciones, “no importa que crean que no saben, porque no se trata de saber, sino de disfrutar, de apreciar y sentir que hay algo en la obra que te quiere decir algo; tiene que ver con la sensibilidad, no con el grado de estudios. Es lo genial de los grandes maestros, que pueden poner sus obras maestras en una tesitura de sencillez, que pueden abarcar a todos los públicos”, concluyó.