México es un país en el que la brecha socioeconómica está muy marcada, lo cual deja a millones de personas sobreviviendo gracias al trabajo informal, por lo que,con la pandemia, miles de trabajadores mexicanos se vieron afectados por las medidas de seguridad y el confinamiento. Sin embargo, aunque fue de los sectores más afectados en cuanto a desempleo, miles más, con empleos formales, se vieron en la misma situación.
Según la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo a cargo del INEGI alrededor de 12 millones de personas dejaron de trabajar y dejaron de buscar empleo a partir de las consecuencias de la contingencia. El presidente del Instituto, dio a conocer que la encuesta carece de los datos de ingresos de por medio y que no da certeza sobre si se sigue con el vínculo laboral o si habrá un regreso al trabajo.
La participación económica de la población de más de 15 años decayó 12.5 puntos con respecto al año pasado, pasando de 57 millones a 47 millones. Lo cual significa que de los 12 millones de personas, todas cayeron en el estado de no activos económicamente. La población no activa económicamente pasó de 38 millones a 50 millones. Los trabajos formales perdidos pueden rebasar el millón según datos y estimaciones del IMSS. Tan sólo en abril se perdieron 555 mil, y es probable que las cifras de desempleo de mayo contribuyan a que se rebase el millón de empleos perdidos.
Por otro lado, el número de empleadores se redujo y los trabajadores por cuenta propia aumentaron, así como los trabajos no remunerados. La tasa de desocupación de hombres y mujeres es similar, con un 3.5 y 3.4 respectivamente, sin embargo, como ya lo informara la OIT, las mujeres siguen estando en una clara desventaja debido a la desigualdad de género por constituir parte del porcentaje de trabajo no remunerado, además de ser constantes víctimas de violencia física y sistemática.
La población que necesitó ofertar más disponibilidad de trabajo además de su actual ocupación laboral (población subocupada) aumentó de 5.1 millones a 11 millones. Por otro lado, la población desocupacional alternativa (la cual es apta para trabajar pero abandonó la búsqueda de empleo o no se siente capaz de hacerlo) entre enero de 2019 y marzo de 2020 fue equiparable a las personas disponibles para trabajar (8.2%). Lo cual se traduce en 7.7 millones de personas sin acceso a un puesto de trabajo.
Los estados con mayor índice de desocupación alternativa se encuentran Sinaloa, Durango, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Ciudad de México y Nayarit. Estos estados, juntos, conforman un 34% (3 888 trabajos) de la tasa empleos perdidos en el país de febrero a abril. La población de la subocupación laboral aumentó, mientras que los trabajadores informales disminuyeron, así como la ocupación de empleos formales, quienes se ven más afectados por no contar con una institución que ampare a sus derechos laborales. Los datos arrojan que el 25.4% de la fuerza de trabajo no labora jornadas completas y no es capaz de producir el suficiente ingreso para sustentarse.