El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presento el Índice de Desarrollo Humano Municipal en México.
De acuerdo con la perspectiva del PNUD, “el desarrollo humano supone la expresión de la libertad de las personas para vivir una vida prolongada, saludable y creativa; perseguir objetivos que ellas mismas consideren valorables; y participar activamente en el desarrollo sostenible y equitativo del planeta que comparten”.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) toma en cuenta tres dimensiones básicas para el desarrollo:
- La posibilidad de gozar de una vida larga y saludable
- La capacidad de adquirir conocimientos
- La oportunidad de tener recursos que permitan un nivel de vida digno
En esta ocasión el PNUD sugiere a nuestro país que para mejorar su IDH es necesario introducir mecanismos que, a través de asignaciones que se basen en resultados, permitan enfrentar una menor disponibilidad de recursos públicos sin afectar la calidad de vida de los ciudadanos.
La necesidad de una reasignación de recursos no es solo para quien se rezaga más, sino también para quien pueda avanzar más.
Para nuestro estado el resultado global del IDH fue de 0.763, que lo coloca como una de las 29 entidades que superó el promedio mundial de 0.700. Sin embargo, el IDH alcanzado es comparable con el nivel de desarrollo de países como Malasia y Serbia. Cabe hacer mención de que ninguna entidad en nuestro país alcanza el promedio de IDH de los países con Desarrollo Humano muy alto, el cual es de 0.889.
El PNUD toma en cuenta indicadores como salud, educación y trabajo. Aguascalientes alcanzo en Salud 0.885, Educación 0.697 e Ingresos 0.721.
El municipio capital es el que cuenta con mayor desarrollo humano en el estado, con un IDH de 0.789. En contraste, el municipio con menor desempeño en la entidad es El Llano, cuyo IDH es de 0.661. Si se compara el desempeño de los municipios con mayor y menor desarrollo, es posible reconocer que en Aguascalientes coexisten condiciones de desarrollo similares a la de Bahamas y Egipto.
Lo anterior demuestra que a pesar del crecimiento continuo que ha presentado nuestro estado el IDH, persiste una considerable desigualdad en desarrollo entre municipios.
Como vemos, es muy importante en estos momentos contar con políticas públicas que permitan la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos públicos, y que estos estén dirigidos a acciones y programas que verdaderamente tengan un impacto positivo en la mejora de las condiciones de vida de quienes menos tienen.
Ya no es posible mantener programas de subsidio permanente a la pobreza. Es necesario generar incentivos para la creación de la riqueza y un sistema impositivo que verdaderamente permita la redistribución de los ingresos para mejorar el IDH y alcanzar las calificaciones de los países más desarrollados.