Los hogares de Aguascalientes son, en su mayoría, de los mejores en el país. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Hogares (ENH), realizada por INEGI, prácticamente el 90 por ciento de ellos son familiares, lo que los proyecta hacia un crecimiento aún más importante, ya que en su mayoría, son proveídos por más de una fuente de ingresos.
Sin embargo, la “depresión” de los miembros del hogar, es un indicador que en Aguascalientes ha ido en aumento. Tan sólo en dos años, nuestro estado duplicó sus niveles de desánimo, al pasar de un 8.8 por ciento de hogares con depresión evaluados en el ENH 2015, a más del 20 por ciento en el último reporte de INEGI.
Pese a esto, los habitantes de los hogares hidrocálidos muestran percepciones positivas en el aspecto anímico de su vivienda en comparación con el promedio nacional. Si bien en Aguascalientes han aumentado las sensaciones de miedo, nerviosismo y depresión, sigue siendo uno de los estados con los niveles más bajos del país, ya que en el panorama nacional, el 27.7 por ciento de la población presenta síntomas de depresión y en algunas entidades como Michoacán, Tlaxcala y Durango hasta el 50 por ciento tiene este padecimiento.
La otra cara de la moneda
En lo que respecta a las condiciones en las que se vive en los hogares aguascalentenses, nuestro estado tiene resultados sobresalientes. El nivel de hacinamiento con el que cuenta, que se refiere al número de personas que viven en una vivienda, es el segundo más bajo a nivel nacional con 3.3 por ciento; es decir, que sólo ese porcentaje de sus hogares están “sobrepoblados”. Esta cifra se ubica muy por debajo de la media nacional, que oscila en 9.4 por ciento, además de que entidades como Chiapas y Guerrero alcanzaron hasta un 27 por ciento.
A este ritmo, Aguascalientes podría terminar la década por debajo del 3 por ciento en sus hogares con hacinamiento, lo que lo convertiría en el único estado en acercarse a estándares internacionales, que consideran el 2.4 por ciento como un valor ideal para una ciudad.
La jefatura de los hogares en nuestro estado, que se refiere al principal flujo de ingresos en una familia, es liderada principalmente por hombres. Según la ENH 2017, tan sólo el 23.1 por ciento de los hogares hidrocálidos son abastecidos por una mujer, lo que representa la tercer entidad con menos mujeres como jefas de hogar en el país, detrás de Zacatecas (23.0%) y Nuevo León (20.8%), que es el de menor incidencia; mientras tanto, la Ciudad de México es la que más mujeres tiene a cargo de sus hogares, con un 37.8 por ciento.
