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Decálogo administrativo: 10 puntos por advertir con tu asesor contable

Por: César Isaac Castañeda de la Rosa

Uno de los perfiles fundamentales para el nacimiento y desarrollo de las empresas es el del contador público. Más allá de sólo presentar declaraciones de impuestos para un cumplimiento de obligaciones fiscales, de estos profesionales depende, en buena medida, la administración y solvencia de cualquier negocio o empresa. 

Por lo anterior, es fundamental que las empresas emergentes y consolidadas, los empresarios, los profesionistas, los comerciantes —y todo aquel emprendedor que busque iniciar un proyecto— se acerquen con profesionales en el ramo de la contaduría pública para solicitar asesoría y cubrir todos los aspectos derivados de esta labor.

En este sentido, junto con Líder Empresarial, compartimos los diez elementos que todo empresario debe supervisar junto con su asesor contable.

1. Tener una cuenta electrónica

Solicita que, como dueño del negocio, tengas acceso por correo electrónico al buzón tributario del Servicio de Administración Tributaria (SAT)

Si bien quizás no le des atención tú mismo al medio de comunicación, sí podrás cuestionar acerca de los mensajes que manda el SAT. Estos pueden ir desde simples recordatorios para la presentación de obligaciones, hasta revisiones electrónicas o, lo más grave, cancelación de sellos digitales.

2. Conocer el método con se realiza la contabilidad

Pregunta la manera cómo se elabora tu contabilidad. De unos años para acá, con el nacimiento del CFDI y la contabilidad electrónica, mucha información se genera a partir de dichos medios.

Esta es la forma cómo el SAT nos revisa, sin siquiera acudir a nuestras empresas. Si tu contador aún no utiliza los CFDI como base de la contabilidad, debería, de manera mensual, llevar a cabo ciertas conciliaciones con la base de datos del SAT (para evitar discrepancias de información).

3. Revisar si tu información está conciliada con el SAT

A partir de 2022, la forma de presentación de las declaraciones mensuales ha cambiado en relación con los años anteriores. 

La declaración se ha vuelto una especie de validador de la información que, como empresas, generamos a través de todo Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI). Por ello, es importante que corrobores si tu información se encuentra conciliada con los registros del SAT, o es necesario modificar controles internos en tu organización —por ejemplo, en las áreas de facturación o de nóminas—.

4. Revisar carga fiscal conforme a tu presupuestos y planes

En la medida de lo posible, comparte con tu contador tus planes a mediano y a largo plazo para tu negocio. Si elaboras presupuestos, verifica con tu contador que en los mismos se incluya la carga fiscal que arrojaría tu proyección financiera, para que tengas un panorama completo. 

En la medida en que puedas planear el pago de impuestos, te ahorrarás muchos dolores de cabeza. Así, el flujo de efectivo en tu negocio no se verá mermado.

5. Diseñar un plan de indicadores

La mayoría de las veces, las pequeñas empresas o los empresarios que solicitan que la contabilidad les sea llevada por un contador externo no aprovechan la información que les puede brindar la contabilidad. Suelen verla sólo como una obligación para el pago de impuestos. 

Diseña en conjunto con tu contador los indicadores financieros, fiscales y operativos que sean importantes para conocer bien tu negocio. Involúcrate con ellos y utilízalos para una mejor toma de decisiones. 

6. Solicitar revisión de base de datos

Cada tanto, solicita que se lleve a cabo una revisión a la base de datos de tus proveedores, así como de las facturas que se te han emitido en los últimos años.

De manera oportuna, identificarás si alguno de ellos ha caído en los listados que publica regularmente el SAT sobre posibles simulaciones de operaciones.

7. Identificar operaciones que demanden pruebas de veracidad

En relación con el punto anterior, identifica en conjunto con tu contador aquellas operaciones que deben de ampararse, no solamente con un CFDI, sino con algún otro elemento que pruebe su veracidad: contratos, cotizaciones, correos electrónicos, identificaciones de los prestadores de servicios, memoria fotográfica, entre otros.

8. Verificar cumplimiento societario

Sin que tu contador sea un experto en el tema, verifica que se esté cumpliendo con temas societarios —sobre todo, la elaboración del acta de asamblea anual ordinaria y la actualización de los libros sociales de la entidad—.

9. Reconocer operaciones que necesiten validación de transparencia

Identifica con tu contador si existen operaciones dentro de tu empresa que requieren ser validadas por expertos en temas de Precios de Transferencia; por ejemplo, por la renta que realices de bodegas, oficinas, etc.

10. Supervisar capacitación constante de tu asesor

Asegúrate de que la persona que te proporciona servicios se mantenga en constante capacitación para, de esa manera, conocer las novedades en materia de contabilidad, finanzas, fiscal y otras obligaciones. 

De preferencia, elige a alguien que sea un Contador Público Certificado y miembro de una asociación de profesionistas. Si bien ello no garantiza nada, así aseguras que, por lo menos, el profesionista que te ayuda dentro de tu negocio se encuentre al día en cuanto a las innovaciones en la materia.

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