Icono del sitio Líder Empresarial

De los negocios a la política: ¿Cómo un empresario se vuelve funcionario?

Foto: Pixabay

Por: Sergio Alan Roldán

Elección tras elección, cada vez con mayor frecuencia, empresarios saltan de los negocios a la política al postularse como candidatos. Los comicios de 2021 en Aguascalientes no son la excepción: mujeres y hombres de negocios aspiran a presidencias municipales y diputaciones locales en juego.

La experiencia de pasar del sector privado al gobierno representa retos únicos. Cambia su forma de pensar sobre las instituciones y la burocracia; hasta modifica la vida familiar, según cuentan quienes ya vivieron la experiencia. 

¿Por qué un empresario se vuelve político?

A Mauricio González, empresario y ex rector de universidades privadas, la insatisfacción con los políticos lo motivó a lanzarse como candidato independiente a la alcaldía de Aguascalientes en las elecciones de 2016. Aunque no ganó, consiguió una posición como regidor en el Cabildo. Su litigio en tribunales sentó el precedente para que candidatos independientes a presidencias municipales fueran considerados en el reparto de posiciones plurinominales en los cabildos.

“No hay de otra. Si dejamos todas las decisiones y la política en manos de los políticos, entonces nunca, nunca se van a mejorar las cosas”, dice González López. 

También lee: La violencia, el gran elector en México

Mauricio González fue regidor independiente en el ayuntamiento de Aguascalientes. Foto: Cortesía

En otras ocasiones, la oportunidad de entrar a la vida pública llega por invitación. Irma Medrano, empresaria hotelera, cuenta cómo decidió aceptar la invitación para ser la primera mujer titular de la Secretaría de Turismo del gabinete de Martín Orozco. 

“Hablé con mi familia. Me decían que siempre estamos criticando al gobierno por no hacer nada y ahora teníamos la oportunidad de cambiar las cosas”, recuerda.

Quienes lo vivieron en carne propia explican que, una vez que deciden entrar al sector público, los empresarios deben estar listos para un cambio drástico. 

Irma Medrano hizo una pausa en su carrera en el sector hotelero para convertirse en secretaria de Turismo. Foto: Cortesía

“En la iniciativa privada trabajas para tus ideales. Le apuestas a un proyecto, arriesgas tu capital y patrimonio; fundas una empresa, formas el mejor equipo posible de colaboradores y entonces generas valor agregado”, dice Raúl Landeros Bruni, quien pasó del sector agroindustrial, inmobiliario y automotriz a encabezar la Secretaría de Desarrollo Económico en el último tramo del sexenio de Carlos Lozano de la Torre. 

Te puede interesar: Respeten veda electoral: INE a candidatos y partidos

En cambio, en el servicio público, “la mayoría de las veces no se elige al perfil más capaz o eficiente. Se elige a quien se le deposita confianza y se reconoce su lealtad. Después, si es necesario, se le capacita para el encargo. Y esto se replica en todos los escalafones y cadena de mando”, señala.

También hay que ajustar la velocidad, pues la política es un mundo que se mueve más despacio. Irma Medrano cuenta que, cuando estaba al frente del hotel de su familia, “tomaba las decisiones muy rápido. Yo traía esa inercia, pero me di cuenta de que con la burocracia tienes que cumplir mil cosas para cualquier decisión”. 

El empresario Raúl Landeros Bruni fue secretario de Desarrollo Económico en la administración de Carlos Lozano de la Torre. Foto: Cortesía.

La política es un trabajo 24/7

Además, apuntan que la vida pública es un trabajo de tiempo completo. Por eso recomiendan que los negocios queden en manos de personas de confianza y, si es una empresa familiar, reacomodar con tiempo las responsabilidades dentro de la empresa. 

“En la política, las cosas no se pueden hacer a medias tintas. Tú tienes que planear muy bien, dejar a alguien encargado de tu negocio y dedicarte en cuerpo y alma. Porque, si no, no va a funcionar”, afirma Mauricio González. 

Landeros Bruni coincide: “La intensidad de la agenda de trabajo en la función pública es muy alta y raramente permite dedicar el tiempo adecuado a varios proyectos a la vez”.

Igualmente, recomienda involucrar a la familia. Con un integrante en la política, el día a día cambia: “Que se incorporen a todas las actividades que puedan y así comprenderán los sacrificios y lo honroso que es trabajar para la ciudadanía. El candidato o funcionario tendrá la mejor concentración y desempeño si cuenta con el apoyo de su familia”, asegura.

Para un empresario, entrar al servicio público también representa sacrificios, incluso económicos. Mientras esté en su cargo y para evitar conflictos de interés, idealmente sus negocios quedan fuera de la jugada en lo que se refiere a contratos con los gobiernos.

Por ejemplo, recuerda la ex secretaria de Turismo, durante su tiempo en la dependencia: “en todo lo que había de eventos, reuniones, grupos, etc., el Hotel Medrano se quedaba afuera, nunca se mandaba a personas, nada”.

De igual manera, ocupar un cargo público —sobre todo en el Congreso y en los cabildos— puede implicar decisiones que impacten a los negocios propios, como aprobar incrementos de algún impuesto o licencia.

“Hasta tus mismos socios dicen: ‘lo que tú decidas nos puede afectar’”, admite Mauricio Gonzalez. “Pero ni modo. Hay que buscar hacer lo correcto porque para eso te metiste. Además, hay mecanismos por medio de las contralorías, donde ya te limitan mucho”, agrega.

Pese a todo, los tres empresarios (que tras el paso por la política han vuelto a sus negocios) buscan transmitir el mensaje de que vale la pena intentarlo y aportar las habilidades para ayudar en la mejora del gobierno.

Quizás te interese: Elecciones municipales SLP 2021: ¿Quién gobierna y quién gobernó?

“En la clase empresarial de Aguascalientes sí hace falta mayor involucramiento en la política. Pero no para tratar de sacar contratos, sino para colaborar, para aplicar y llevar a cabo políticas públicas”, sentencia González.

“En primera instancia, motivar a que se decida por sí hacerlo”, sugiere Raúl Landeros Bruni.  “Es más rápido desarrollar sensibilidad política que capacidades empresariales, gerenciales y de manejo de recursos económicos y humanos. Ya lleva una ventaja”, considera.

Si se hace bien, afirma Medrano, la satisfacción es la mayor recompensa: “Es muy gratificante cuando vas por la calle o a algún evento, y te encuentras a personas tanto del gobierno como de las empresas que te saludan con afecto”.

Salir de la versión móvil