Hace algunas décadas, Jaime González de León no habría imaginado que en algún punto de su vida estaría al mando de una dependencia gubernamental, mucho menos de la Secretaría de Finanzas. Sus pasiones eran las ciencias y las matemáticas aplicadas. De hecho, antes de ingresar a la universidad, se debatía entre estudiar física, química o incluso ingeniería en sistemas.
Pero la vida lo hizo tomar un camino diferente: la contaduría. Mientras cursaba la preparatoria, en el CBTIS 168, un primo le recomendó aplicar a una beca de la entonces Universidad Bonaterra: “Me convenció de ser contador público. Decía que muchas empresas buscaban esos servicios”, comenta el funcionario.
Tomar esa decisión lo llevó a explorar empresas e instituciones como Deloitte; Grupo GUTSA; Cementos Cruz Azul; la Dirección de Educación, Cultura y Deporte en el Municipio de Aguascalientes; la Secretaría de Finanzas municipal y el Congreso del Estado; para finalmente llegar a la Secretaría de Finanzas (SEFI) en el gobierno de Martín Orozco.
El ahora secretario de Finanzas de Aguascalientes no se arrepiente de ningún paso que ha dado en su trayecto profesional. Reconoce que, particularmente, la política le dio experiencia para lidiar con situaciones complejas: “Te das cuenta de que cualquier compañero te puede señalar o difamar; pero aprendí que la política es así. Me sirvió mucho”, menciona.
Para González de León, la principal apuesta para consolidar la dependencia que dirige es reforzar el talento interno, lo cual se ha vuelto una estrategia efectiva ante la austeridad manejada por el gobierno federal: “Estamos viendo formas de obtener recursos. Sin duda, optimizar procesos y contar con gente preparada será clave. El dinero está, sólo hay que saber aprovecharlo”, explica.
Subraya que esta filosofía es la que llevó a Aguascalientes a ser reconocido como la entidad federativa con el mejor manejo de finanzas, luego de que Fitch Ratings le otorgara una calificación AAA, perspectiva estable. Este hecho, aunado a posicionar al estado con el mejor ISR Recuperable en el país y otros logros que el burócrata resalta, han sido resultado de una “política de puertas abiertas”:
“Me encanta el servicio público. Hacer amigos y ayudarles a resolver sus problemas. Toda la gente puede llegar a mi oficina o llamarme a mi celular directamente. Al final de cuentas, eso es lo que todo funcionario debe hacer y es lo que ha llevado a la secretaría a tener un crecimiento tan importante”, argumenta.