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De la tierra al gusto: Industria Alimentaria

Hablar de alimentación es hablar sobre uno de los derechos humanos fundamentales. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señala que todo ser humano tiene derecho a una alimentación adecuada y a no padecer hambre; pero no se trata solamente de ser alimentado, sino de alimentarse en condiciones de dignidad. 

 Una de las razones por las que hay que llevar a la práctica el derecho a la alimentación es la “económicamente racional”, ya que al reducir el hambre se promueve el crecimiento económico; la FAO sostiene que quien tiene seguridad alimentaria es más productivo, se enferma con menos frecuencia y tiende a invertir más en el futuro. Los niños malnutridos pierden en promedio de 15 a un 10 por ciento de ingresos en el curso de su vida.

Del derecho a la alimentación emanan otros conceptos que son básicos para entender la importancia de la industria alimentaria en los países, tales como la seguridad y soberanía alimentarias.  Ambos enfatizan la necesidad de aumentar la producción y productividad de alimentos para enfrentar la demanda futura. 

En México, ¿cómo estamos?

La base de la industria alimenticia es, evidentemente, la producción de alimentos. De acuerdo a la Encuesta Nacional Alimentaria (ENA), la superficie que conforman el total de las unidades de producción agropecuaria que hay en México es de 110 millones de hectáreas, de las cuales 32.4 millones se destinan a la producción agrícola, mientras que el 70.6 por ciento restante son agostaderos, enmontadas y otro tipo de superficies. En tanto, de las 32.4 millones de hectáreas que se destinan a la producción agrícola, el 21 por ciento es de riego y el 79 por ciento es de temporal, es decir, depende de la lluvia para su desarrollo.

Los cultivos con mayor cantidad de toneladas de producción son: caña de azúcar, 56.3 millones de toneladas; maíz grano blanco, 23.1 millones; maíz grano amarillo, 8 millones; jitomate, 3 millones; naranja, 2.9 millones; trigo grano, 3.2 millones; plátano con 2.2 millones; mango, 1.7 millones; chile, 1.6 millones; y frijol, 1.3 millones de toneladas. 

Un dato muy revelador indica que del 98.8 por ciento de las unidades de producción agrícola, 48.5 por ciento venden todo o parte de su producción, lo que representa el 82.8 por ciento del volumen total de la misma. En cuanto al destino de la venta, el 51.5 por ciento se entrega a intermediarios, el 25.6 por ciento va directo al consumidor y un 25.4 por ciento se comercializa con otros destinatarios. Es importante mencionar que el porcentaje de unidades que exportan directamente su producción agrícola a otros países es significativamente bajo, con el 0.1 por ciento.

Asimismo, dentro del tema del autoconsumo, se tiene que el 34.2 por ciento de las unidades de producción lo dedican para consumo de ganado, el 59 por ciento para consumo familiar y 45 por ciento a semilla para siembra. Sin embargo, existe un elevado porcentaje en la reducción del volumen cosechado, de cualquier cultivo, con 20.2 por ciento de pérdidas por merma, ya sea por mal almacenamiento, mala conservación, problemas en el traslado, o bien, por otras razones.

Por otro lado, de las 17,388 unidades con agricultura protegida, 54.1 por ciento son de invernadero, 9.4 por ciento son con estructura de malla sombra y 2.5 por ciento son viveros. 

En cuanto a las unidades de producción ganaderas, el 29.5 por ciento se dedican a la cría y explotación de bovinos. La crianza de esta especie pasó de 28.4 millones de cabezas a 31.9 millones entre 2014 y 2017, mientras que las cabezas de porcinos disminuyeron de 14.15 millones a 14.13 millones, y las de aves de corral, de 399.8 millones a 341.3 millones en el mismo periodo.

Según la encuesta, hay un total de 11.8 millones de puestos de trabajo (contratos) como jornalero en las unidades de producción. En promedio, cada puesto de trabajo como jornalero tiene un contrato de 25 días; el trabajo de jornalero es de 7.2 horas al día con un salario de 167.70 pesos. De estos puestos, el 87.2 por ciento son ocupados por hombres y el 12.8 por ciento, por mujeres. Tres de cada 10 mujeres empleadas en labores del campo perciben un salario por su trabajo. En contraste, 6 de cada 10 hombres que realizan actividades agrícolas, ganaderas y forestales reciben una remuneración por su actividad.

¿Cuánto vale la industria alimentaria?

En el Análisis de la Industria de Alimentos y Bebidas de México, elaborado por CIAL Dun & Bradstreet (Centro de Información de América Latina) con datos del INEGI, en el primer trimestre de 2018 el valor de la industria alimentaria en nuestro país ascendió a los 664,576.44 millones de pesos, lo que equivale a más del 23 por ciento del PIB de la industria manufacturera, al 12.48 por ciento de las actividades secundarias, y a más del 3.69 por ciento del PIB Nacional.

El estudio identifica tres grandes factores que contribuyen al valor de la industria alimentaria:

Ahora bien, de acuerdo al INEGI, la industria alimentaria en México está compuesta por nueve subsectores: elaboración de alimentos para animales; molienda de granos y semillas y obtención de aceites y grasas; elaboración de azúcares, chocolates, dulces y similares; conservación de frutas, verduras, guisos y otros alimentos preparados;  elaboración de productos lácteos; matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado, aves y otros animales comestibles; preparación y envasado de pescados y mariscos; elaboración de productos de panadería y tortillas; y otras industrias.

El subsector que más contribuye a la industria alimentaria es el de panadería y elaboración de tortillas, con 30 por ciento; la producción de carne roja y blanca representa el 22 por ciento, y la producción de lácteos, el 10 por ciento. 

El análisis refiere que la Inversión Extranjera Directa (IED) es uno de los principales catalizadores para el crecimiento de la industria alimentaria; no obstante,  aun cuando existe un aporte considerable de capital extranjero, éste está sumamente concentrado en las grandes empresas, de ahí que su aporte a las pymes sea todavía insuficiente.

Las cifras indican que cerca del 50 por ciento de la IED en la industria alimentaria proviene de los Países Bajos, que duplica el monto de Suiza, su más cercano perseguidor.

Asimismo, el estudio dice que más del 75 por ciento del total de la IED se concentra sólo en seis estados: Ciudad de México (23 por ciento), Estado de México (18 por ciento), Jalisco (13 por ciento), Nuevo León (12 por ciento), Guanajuato (6 por ciento) y Querétaro (4 por ciento).  El análisis también confirma que más del 67 por ciento de la IED se encuentra concentrada en tres sectores, entre los cuales, la industria de chocolates y dulces es la mayor beneficiada.

Volumen de producción: ¿En qué destaca Aguascalientes? 

Según el Atlas Agroalimentario 2017, elaborado por la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Aguascalientes es el segundo mayor productor de guayaba en México; el cuarto de lechuga, maíz forrajero y uva-industrial; el quinto en coliflor; el sexto en fresa;  el séptimo en nuez y en uva-fruta; el octavo en brócoli; y el décimo tanto en nopal como en durazno.

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