De acuerdo con el Índice de Intensidad Migratoria del Consejo Nacional de Población (CONAPO), las entidades federativas con un grado de intensidad migratoria muy alto fueron Zacatecas, Michoacán, Nayarit y Guanajuato, mientras que con un grado alto se identificaron a San Luis Potosí, Aguascalientes, Oaxaca, Durango, Guerrero e Hidalgo.
Respecto al grado estimado para esta década, las entidades con grado superior al estimado son las entidades del sur del país y que han cobrado relevancia.
Se da por sentado que los estados donde hay mayor porcentaje de familias recibiendo remesas su intensidad migratoria es mayor. Es el caso de los hogares de Zacatecas, Michoacán, Nayarit, Durango, Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes, donde en promedio uno de cada diez hogares recibe remesas.
Jefaturas de familia
De acuerdo con el reporte de CONAPO, durante el año 2020, un millón 768 mil 651 hogares recibieron remesas, lo que equivale a uno de cada 20 del total de los hogares en México. De estos hogares, 45.7% tenía en la jefatura a una mujer y 54.3% a un hombre.
Del total de hogares con jefatura femenina es mayor la proporción que recibió remesas (7.2%) respecto a los que tenían jefatura masculina (4%). Los tipos de hogar más comunes que recibieron remesas fueron el nuclear y el ampliado.
El costo promedio por enviar la remesa tradicional de 300 dólares desde Estados Unidos a México pasó de 7.81 dólares en 2020 a 6.74 en 2021. En promedio, en 2021, las ciudades más costosas para mandar remesas fueron Tucson con 6.89, San Diego con 6.89 y El Paso con 6.86.
Los estados de Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas pertenecen al grupo de entidades de la región con migración tradicional.
Dependencia de las remesas por entidad federativa (remesas como % del Valor Agregado Bruto)
Dependencia en los estados
En cuanto a la dependencia que los estados tienen de las remesas, es mayor en Michoacán, Guerrero y Zacatecas que en San Luis Potosí, Jalisco y Aguascalientes.
California, Texas, Illinois y Arizona se han mantenido como los principales estados de residencia de la población migrante mexicana durante los últimos 20 años. En este periodo destaca la disminución en la importancia relativa de California como estado de residencia (47.8 a 34.6%), a favor de una mayor dispersión hacia más estados de la Unión Americana (como Carolina del Norte, Colorado, Washington y Georgia).
El reporte también da cuenta de que la población migrante mexicana con ciudadanía estadounidense aumentó los últimos 20 años analizados (2000 a 2020) de 22.6 a 36.7%. Esto pudo aportar mejores oportunidades económicas, laborales y electorales para ellos; además, puede explicar, en parte, la disminución en la proporción de la población migrante mexicana en Estados Unidos que se encuentra por debajo de la línea de pobreza (que pasó del 25.7% en 2000 a 16.9% en 2020).
A diferencia del pasado la población ocupada se encuentra mucho más centrada en los sectores secundario y terciario de la economía, con particular crecimiento en la salud, la educación y otros servicios profesionales, amén de los cuidados personales en hogares. Todas, por cierto, novedades en las que participan las mujeres mexicanas con mayor preponderancia.