Vender significa superar inseguridad, miedo, metas y deseos personales. Vender también significa comunicar, desarrollar interés, escuchar con empatía, resolver problemas y servir a los demás.
Vender genera el oxígeno puro que nuestros negocios necesitan, ¿será importante desarrollar nuestra comunicación para crear un lugar en el mundo para nuestros productos y nuestros servicios?
Napoleón, Hitler, Franco o Mussolinni, quienes fueron capaces de vender su idea nacionalista a costa de la vida de sus compatriotas. ¿Tú darías la vida por la idea de un vendedor? ¿O cambiarías tus hábitos por dicha idea?
Dice Robert Kiyosaki: “Tu riqueza, poder y felicidad aumentan con tu habilidad para comunicarte”, y un Gran Líder es un Gran Comunicador. Si no, pensemos en ejemplos amables como Juan Pablo II, o la Madre Teresa de Calcuta; tenían una habilidad única de comunicar su mensaje y vendernos la idea de ser mejores personas y acercarnos a Dios.
También hay ejemplos menos amables como Napoleón, Hitler, Franco o Mussolinni, quienes fueron capaces de vender su idea nacionalista a costa de la vida de sus compatriotas. ¿Tú darías la vida por la idea de un vendedor? ¿O cambiarías tus hábitos por dicha idea?
¿Clientes o fanáticos?
En términos mercantilistas los objetivos de mercadotecnia y estrategias comerciales han desarrollado ya no clientes, sino fanáticos de muchos productos o servicios, y al final del día eso hace diferentes a muchas empresas y negocios, y no baratos. Las hace rentables.
Y esto último se hace aprendiendo a resaltar los beneficios de nuestros productos, que no es otra cosa más que la razón por la cual existen en el mercado, que necesidades atienden y a qué público está dirigido.
Todos somos líderes de un modo u otro, pero si queremos alcanzar un nivel de liderazgo en cualquier ámbito, es importante trabajar en mejorar nuestra habilidad para vender, nuestra habilidad para comunicarnos. Con el enfoque que una simple idea puede modificar vidas y cambiar historias. Ser mejores líderes.
Todos somos líderes de un modo u otro, pero si queremos alcanzar un nivel de liderazgo en cualquier ámbito, es importante trabajar en mejorar nuestra habilidad para vender.
Un vendedor líder, crece con sus clientes, desarrolla empatía, crea lealtad y respeto mutuo, porque es confiable, predecible y sobretodo sabe escuchar a sus clientes. Y es una manera en la que el precio ya no es factor de negociación.
Recuerda tener en cuenta lo siguiente para ser siempre un profesional:
- Ser claro
- Ser consistente
- Demostrar Compromiso con nuestros clientes, y
- Tener cuidado para nuestros clientes, así como lo tenemos para las cosas que nos importan.
Tener en cuenta esto nos ayuda a entender que los vendedores no somos simplemente “levanta- pedidos” o “mentirosos empedernidos”, no reunimos información y brindamos los productos y servicios necesarios.
Una buena comunicación, soportada con profesionalismo da resultados muy rentables, más de lo que pensamos. Transformemos nuestra visión de las ventas y entendamos que cuando vendemos tampoco pedimos favores, estamos ahí por una razón y esa razón es buena.