El punto de inflexión para Daniella Silva-Herzog fue atravesar un momento difícil en su vida. ¿Catarsis? Fue aquí donde tomó una de las decisiones que cambió positivamente a su persona y que, además, la llevó a concentrarse para disfrutar el presente.
“Inicié este proceso ya hace tiempo, pienso que el ser humano en su mayoría, toma este camino de la autoexploración interna cuando algún evento desafortunado llega a su vida. Y yo no fui la excepción”, expresa.
Daniella Silva-Herzog.
Tras alcanzar su éxito profesional como médica odontóloga, especialista en Rehabilitación Oral, Daniella se enfrentó a otro reto que involucraba superarse a ella misma: adoptar un estilo de vida saludable que rebasa los límites de lo físico para incitar el desarrollo emocional y mental.
La respuesta la obtuvo en el Yoga, una disciplina que en la actualidad le brinda las herramientas para encontrar el equilibrio día con día y le da un impulso favorable en su dinámica profesional, emocional y personal.
Asimismo, adoptó la práctica mindfulness, que le permite conectar desde su interior y a través del autoanálisis, con su alrededor. Esta disciplina la lleva a disfrutar y enfocar su energía en el “hoy”.
“Todo ocurre en el momento presente y cuando me refiero a todo es todo. Hay que estar atentos a nuestros pensamientos y emociones para vislumbrarlas a distancia y no dejarnos guiar por ellas”, destaca.
Daniella Silva-Herzog.
Resalta que estas actividades también la han fortalecido espiritual y físicamente, un plus que le brinda también el senderismo, que la elevan a un estado de salud óptimo y la mantienen activa.
“Al subir una montaña o simplemente caminar, te lleva a un estado de presencia absoluta, como ya se sabe, al hacer ejercicio nuestro cuerpo libera endorfinas las cuales son responsables de que nos sintamos mejor, más alertas y plenos, entonces no veo el porque no abrazarlo como rutina”, finaliza.
Daniella Silva-Herzog.
Finalmente, Daniella plantea que a cierta edad, hay que comenzar a pensar en cómo queremos llegar a la vejez, en cómo sentirnos y movernos, para así, “tomar cartas en el asunto”.