León y Damián, dos niños de 4 y 6 años de edad, le preguntaron a su mamá qué es lo que estaba sucediendo en el mundo que les impedía ir a la escuela, salir a la calle a jugar, extremar cuidados con los adultos mayores como su abuelita…La respuesta, claramente, fue la pandemia de COVID-19.
Aún dando sus primeros pasos en esta vida, los infantes empezaron a buscar la forma para ayudar a la gente a ganarle la batalla al famoso bicho, a ese monstruo de partículas imperceptibles llamado SARS-CoV-2, relata su mamá, Denise Guerrero Aguilera.
“Ellos han estado encerrados durante cuatro meses, entonces se cuestionaron qué podían hacer por los niños para prevenir que se enfermeran. Nos pusimos a buscar una solución y se percataron de la relevancia de mantener una buena higiene de manos”, comenta en entrevista para Líder Empresarial su progenitora.
A partir de esta reflexión, Damián y León concibieron el proyecto Jabubbles, una pequeña empresa de jaboncitos portátiles de varias formas atractivas para los niños como dinosaurios, osos y una gran variedad de animalitos. Cada jabón es lo suficientemente pequeño para que los infantes puedan llevarlos con ellos y usarlos en caso de ser necesario.
El proyecto ha sido lo suficientemente llamativo para que Shark Tank haya tenido interés en que los niños participen en el certamen de los tiburoncitos para hallar la próxima gran idea; una idea que nació de un altruismo desinteresado.
Prueba de ello es que los niños donarán un porcentaje de los jabones que hagan a las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad y que tengan difícil acceso a una higiene de manos.
“Se preguntaron qué ocurriría con los niños de la calle o con aquella gente que no tiene casa…entonces decidieron regalar una parte de los jaboncitos a personas que no tienen oportunidad de comprarlos”, expone Denise, quien refiere que tanto ella como el padre sus hijos tienen negocios, por lo que quizás sus hijos están manifestando esa vena emprendedora.
“Hay que buscar la manera de incentivar a nuestros niños en esta época en la que están encerrados, cansados…en este caso mis hijos me manifestaron una idea y quisieron emprender el proyecto, entonces hay que adaptarse a las circunstancias y apoyarlos en todo aquello que les apasiona y tomarlos en serio desde chiquitos…Siempre puede surgir algo bueno”. concluye.
