En el entorno empresarial actual, la educación continua en líderes de alto nivel se ha convertido en un pilar para garantizar la sostenibilidad y evolución de los negocios. Especialmente, en las empresas familiares, donde las decisiones trascienden generaciones, la actualización constante no es una opción, sino una necesidad estratégica.
De este modo, el Centro de Empresas Familiares de la Universidad de Monterrey ofrece una robusta oferta de diplomados y programas ejecutivos diseñados para abordar las complejidades y oportunidades propias de estas organizaciones.
¿Qué formación ofrece el Centro de Empresas Familiares?
Diplomados ejecutivos
Arturo Rivadeneira —director del Centro de Empresas Familiares— señaló que la formación que se ofrece parte de un enfoque integral y práctico, estructurado con base en los distintos roles que pueden desempeñar los integrantes de una familia empresaria.
Actualmente, el centro cuenta con dos diplomados clave de 60 horas:
- Diplomado en Alta Dirección y Formación de Sucesores: aborda temas como gestión de conflictos, preparación de sucesores y proyectos de institucionalización.
- Diplomado en Gobierno Corporativo y Formación de Consejeros Independientes: enfocado en capacitar a quienes asumirán o ya ocupan una silla en el Consejo de Administración.
Todos los programas ejecutivos y diplomados cuentan con la metodología del Caso de Harvard, Action Learning, ejemplificación, role playing estratégicos, simulaciones, entre otras. Lo anterior, permite a los participantes aplicar los conocimientos adquiridos de manera inmediata en sus organizaciones.
Programas especializados
Además de los diplomados, el Centro ofrece programas ejecutivos de 42 horas, entre los que destacan:
- Protocolo Familiar: facilita la creación de reglas y políticas para garantizar armonía entre familia, empresa y patrimonio.
- Formación de Accionistas Responsables: capacita a quienes reciben acciones por herencia o donación para que comprendan sus responsabilidades dentro de la empresa.
- Manual de Crisis y Plan de Sucesión: ayuda a prevenir escenarios críticos como fallecimientos, conflictos legales o situaciones imprevistas que puedan afectar la operación del negocio.
- Programa de Formación de Directores de Family Office: dirigido a quienes administran el patrimonio familiar, incluyendo inversiones y filantropía.
- Programa de Emprendimiento Familiar: en alianza con el Hub de Emprendimiento de la UDEM, que impulsa la creación de spin-offs o nuevos proyectos dentro de un ecosistema familiar ya consolidado.
Estos programas no sólo son formativos, sino que también promueven una conexión significativa entre los participantes, quienes comparten experiencias y retos comunes.
¿Por qué es vital que los líderes empresariales se actualicen constantemente?
Según Rivadeneira, no invertir en educación ejecutiva puede tener consecuencias serias. Las empresas familiares que no actualizan a sus líderes corren el riesgo de perder tracción estratégica, comprometer la rentabilidad e incluso llegar a una quiebra.
“No basta con tener una participación accionaria, hay que saber qué hacer con ella. Si no se entiende cómo tomar decisiones estratégicas o interpretar estados financieros, la compañía pierde velocidad”, señala Rivadeneira.
Asimismo, la falta de formación también puede derivar en conflictos internos, decisiones mal informadas y dependencia de consultores externos, lo cual puede resultar más costoso a largo plazo. No entender conceptos como estrategia, estados financieros o gobierno corporativo limita el crecimiento del negocio.
Es preferible invertir en formación interna que garantice la continuidad del legado y asegure una transición ordenada.
Según datos del propio Centro, más del 70% de las empresas familiares en América Latina no sobrevive a la tercera generación, muchas veces por falta de preparación estructurada.
En este sentido, el Centro de Empresas Familiares de la UDEM se posiciona como un aliado estratégico en la profesionalización de las empresas familiares en México. La apuesta por la educación continua para líderes de alto nivel fortalece el tejido empresarial que impulsa la economía del país.
“No conozco a ninguna empresa familiar exitosa en segunda o tercera generación que no haya invertido en educación para sus líderes con el propósito de aprender a tomar decisiones en la empresa familiar para alcanzar su continuidad”, concluyó Arturo Rivadeneira.
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