El año nuevo trae consigo diversos sucesos que afectan el bolsillo de los mexicanos. La adecuación y aprobación de los paquetes económicos gubernamentales, los ajustes económicos propiciados por la inflación, o el adeudo acumulado por gastos en el cierre de año dan como resultado un clima económico adverso, conocido coloquialmente como “la cuesta de enero”.
En principio, los egresos navideños previos al fin de año, así como el gasto en eventos comerciales como el Buen Fin —en que la facturación nacional en tarjetas de crédito o débito fue de 126 mil millones de pesos— repercuten en la economía de los individuos y de las familias.
Ante esta situación, diversos especialistas de BBVA, así como de la Procuraduría Federal del Consumidor, recomiendan medidas generales que abarcan: identificar el estado de salud financiera, elaborar un presupuesto de gastos, reducir o eliminar dispendios, evitar la adquisición de deudas, procurar la realización de ahorros y, si es posible, aumentar los ingresos.
Ante esta situación y comenzando un nuevo año, Líder Empresarial hace un recuento de diferentes indicadores de la economía nacional al cierre del 2021; estos nos anticipan algunos retos a enfrentar durante los primeros meses del nuevo año.
Ingreso y gasto en los hogares mexicanos
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), sólo 64% de los ingresos corrientes en México provienen de ingresos laborales. También se señala que, en promedio, los hogares mexicanos perciben 32 mil 106 pesos por trimestre; es decir, alrededor de diez mil 700 pesos al mes.
De esta forma, los estratos sociales de bajos ingresos se distinguen con 18 mil 629 pesos por trimestre, mientras que en los hogares de ingresos altos el monto asciende a los 55 mil 931 pesos al mes. De esta forma, las entidades que tienen mayores ingresos por hogar son Nuevo León, Baja California y Ciudad de México, mientras que entre las de menor ingreso se encuentran Veracruz, Chiapas y Guerrero.
El IMCO señala que del 2018 al 2020 se ha visto un cambio significativo en el gasto promedio de los hogares en México: en 2018, la cifra era de once mil 443 pesos, mientras que para 2020 disminuyó a nueve mil 970 pesos al mes —una contracción del 12.9% en un lapso de dos años—.
En cuanto a la distribución de los gastos en los hogares, el organismo indica que en dicho periodo también se han presentado cambios. En 2018, las familias mexicanas usaban 1.8% de sus ingresos en atender problemas de salud, pero en 2020 aumentó a 2.4%. Los egresos familiares por educación variaron del 5.8% a 3.3%, mientras que el pago de tarjetas de crédito pasó del 2.1% a 1.6% en el año de la pandemia.
El IMCO precisa que las remesas son un factor de suma relevancia en la economía de las familias, ya que superan en ingresos a muchas actividades en nuestro país (como la extracción petrolera y el turismo).
En este sentido, al cierre del 2020, los hogares beneficiados por las remesas ascendieron a cerca de 1.8 millones —hecho que contrasta con el millón que se beneficiaba una década atrás—.
Este concepto económico representó el 0.8% de los ingresos de los hogares mexicanos, según datos del IMCO. En los primeros nueve meses del 2021, el país captó 37 mil 334 millones de dólares en envíos extranjeros, lo que indica un crecimiento anual del 24.6% en comparación con el mismo periodo del 2020.
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¿Cómo son las deudas de los mexicanos?
En México 20.9 millones de hogares (es decir, 56.9% del total) tienen algún tipo de deuda. De estos, 11.6% cuenta con adeudo hipotecario, mientras que 53.8% debe dinero en torno a otros sectores, según la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH), realizada cada dos años por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en conjunto con el Banco de México (Banxico).
En cuanto a la tenencia de deuda hipotecaria, del total de hogares del país, 14.3% tiene deuda hipotecaria por la vivienda principal, mientras que 6.8% por deuda de otras propiedades —como de una vivienda distinta a la principal, locales, terrenos, oficinas, entre otros bienes inmuebles—. El valor total de este tipo de débito asciende a 1.6 billones de pesos.
Respecto a deudas no hipotecarias, incluidas las relacionadas a bienes y servicios distintos a los inmuebles, el estudio refleja que 60.2% de los hogares del país deben en tarjetas de crédito; del total, 18.8% en crédito de nómina o personal, 11.6% en vehículos y 47% tiene deuda en otros, como caja de ahorro, préstamos de terceros, casa de empeño, entre otros.
El 44.6% del valor total de la deuda corresponde a deuda no hipotecaria; por tipo se tiene que 11.5% corresponde a deuda en tarjeta de crédito, 9.3% de la deuda es por vehículos, 8.4% por crédito de nómina o personal y 15.4% debido a otras deudas. La mediana de la deuda no hipotecaria es de 10 mil pesos y el promedio se ubica en 38.5 mil pesos.
Asimismo, el EFIH informa que, de los hogares con deuda, el pago mensual que realizan para solventarla representa 17% del ingreso de cada mes. También indica que, del total de pobladores mayores de 18 años en el país, 13% considera que su nivel de endeudamiento es bajo, 18.5% moderado, 5.8% lo califica como alto y 2.7% como excesivo. El 59.9% restante señala no deber dinero.
Inflación y economía en 2022
En su Reporte de Estabilidad Financiera correspondiente a diciembre de 2021, Banxico señala que la actividad económica global ha mostrado recuperación en el segundo y tercer trimestre del año —a un ritmo menor y de manera heterogénea entre los diferentes países—. En este sentido, las proyecciones de crecimiento de la economía mundial se revisaron marginalmente a la baja para 2021 y se mantuvieron sin cambio para 2022.
Según apunta Banxico, la inflación ha registrado aumentos históricos a nivel global, como reflejo de los desajustes en las cadenas globales de suministro, así como por los efectos de la reapertura y gradual normalización en la prestación de algunos servicios.
El banco nacional establece que, durante 2021, en promedio la inflación general se ubicó en 5.95% en el segundo trimestre y 5.80% en el tercero; mientras que, para la primera quincena de noviembre. se situó en 7.37% —el mayor incremento para dicho mes en 20 años—. El pronóstico se ubicaba en 7.22%, por lo que la cifra superó las expectativas.
Asimismo, en su reporte señala que, ante el aumento de la inflación (la cual se ha ubicado por un tiempo considerable por encima de su objetivo) así como los riesgos adicionales que enfrentan en la formación de precios, un gran número de bancos centrales en economías emergentes ya han iniciado alzas en sus tasas de interés de referencia.
Por lo anterior, el organismo bancario señala que todavía se identifican riesgos en el corto plazo para los mercados financieros, los cuales podrían estar asociados a los efectos económicos atribuibles a las nuevas variantes del COVID-19 o a un endurecimiento de las condiciones financieras globales —capaces de generar una recomposición de las carteras de inversión—.