Conseguir una región libre de violencia es uno de los principales retos a los que se enfrentan los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí, no solo por las limitantes que genera en su desarrollo social, sino también por el impacto negativo que provoca en su economía.
Los cinco estados -que recién constituyeron la Alianza del Bajío- pierden miles de millones de pesos a causa de la violencia. Tan sólo en 2018, la inseguridad les costó más de 938 mil 627.3 millones de pesos (mdp), según reporta el Índice de Paz México 2019 elaborado por el Institute for Economics and Peace (IEP). Esto equivale a casi el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
Guanajuato es el más afectado por la violencia, ya que le cuesta alrededor del 36.6% de su PIB (380 mil mdp anuales). Le sigue Jalisco, cuyo costo oscila en el 19.3% de su PIB con más de 345 mil mdp; San Luis Potosí, con 17.4% y arriba de 100 mil 641 mdp; Aguascalientes con 14.1% y más de 148 mil mdp; y Querétaro, con 9.9% y más de 64 mil 500 mdp.
Según muestra el reporte, en sólo tres años a Aguascalientes le costó 35% más su inseguridad, al pasar de 35 mil 372 millones de pesos en 2015 a más de 48 mil 129 en 2018. Sin embargo fue apenas el segundo menor incremento de la región después de Querétaro, donde el costo de la violencia fue de 54 mil 696.9 mdp en 2015 y de 64 mil 539.7 mdp en 2018, un avance del 18%.
Guanajuato es el que más ha perdido económicamente con la violencia. El costo de su inseguridad aumentó por encima del 100% en solo tres años, al pasar de 189 mil 644 millones de pesos en 2015 a 380 mil en 2019. Le siguió San Luis Potosí con un avance del 64.5% al pasar de 61 mil 165 a 100 mil 641 mdp y Jalisco con 48% más, pasando de 232 mil 093 a 345 mil 316 mdp.