El plan para vender el avión presidencial ya está en marcha. Una de las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador fue poner en venta la aeronave «José María Morelos y Pavón», como parte de su política de austeridad. El día de ayer, equipo del presidente detalló que el aeroplano fue trasladado al Aeropuerto de Logística del Sur, en San Bernardino, California, lugar donde se preservará y dará mantenimiento.
El TP 01 Bpeing 787-8 fue adquirido por el Gobierno Federal en noviembre de 2012, a través de un contrato suscrito por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (arrendataria), el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (adquirente) y la Secretaría de la Defensa Nacional (usuario final). El aeroplano tuvo un costo de 218,7 millones de dólares, tiene capacidad de 80 personas y un recorrido de 600 mil kilómetros.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público difundió en su cuenta de Twitter imágenes del lujoso avión.
El #AviónPresidencial se vende y mañana despegará. Te enseñamos fotos. ✈️ #Austeridad pic.twitter.com/yrebZOa3IE
— SHCP México (@SHCP_mx) 2 de diciembre de 2018
De acuerdo con BANOBRAS, la SHCP mantiene comunicación con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios Proyectos de la ONU, para «dar certeza y garantizar al pueblo mexicano completa transparencia» en el proceso de venta. Asimismo, Carlos Urzúa comunicó que también se enajenarán 60 aviones y 70 helicópteros federales.
¿Perderá dinero México con la venta del avión?
Durante una rueda de prensa, el titular de Hacienda no especificó si el Gobierno espera recuperar en su totalidad la inversión hecha en la compra del avión, o si por lo contrario, auguran que recaudarán un monto inferior al gastado cuando se adquirió la nave.
Sin embargo, un estudio hecho por la firma Flight Ascend Consultancy apunta que será sumamente complejo que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador consiga obtener ganancias a través de la venta del avión; incluso, sugirió que lo más probable es que la transacción signifique pérdidas millonarias,
En declaraciones recogidas por el Financiero, Daniel Hall, analista de la consultora Flight Ascend, indicó que colocar un avión en el mercado puede ser muy desafiante e implicar mucho tiempo, y que tendría que ofrecerse un descuento significativo para cristalizar la venta.
Según señala el análisis de la firma, en el mejor de los casos, el Gobierno Federal obtendría por el avión 142.7 millones de dólares, lo que significaría una pérdida de 76 millones de dólares en relación a la inversión que se destinó para su compra. Sin embargo, en el peor escenario, la transacción se podría cerrar sobre los 81.7 millones de dólares, lo que supondría una una pérdida de 137 millones.