El panorama para quienes buscan adquirir una vivienda en Nuevo León y el resto de México continúa transformándose. De acuerdo con un análisis reciente de Banorte, los precios de la vivienda a nivel nacional siguen en ascenso, reflejo de una alta demanda, procesos inflacionarios y encarecimiento de materiales de construcción.
¿Cuánto ha subido el precio de la vivienda en México?
Durante marzo de 2025, el precio promedio de la vivienda en el país fue de $30 mil 447 pesos por metro cuadrado, lo que representa un incremento de 6.8% interanual. En lo que va del año, el aumento acumulado es de 1.2%, mientras que, en comparación con febrero, el crecimiento fue de 0.2%.
De este modo, entre las entidades con mayores costos, la Ciudad de México ocupa el primer lugar, con $56 mil 562 por metro cuadrado. Estos datos evidencian que adquirir una propiedad en zonas urbanas de alta concentración económica se vuelve cada vez más costoso.
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Nuevo León: vivienda más cara
Nuevo León se posicionó como el segundo estado más caro para comprar vivienda, con un precio promedio de $51 mil 706/m² en marzo.
Además, este monto representó un crecimiento mensual del 0.8% y un incremento acumulado de 3% desde julio de 2024, superando el aumento promedio nacional de 2.6% en ese mismo periodo.
Asimismo, la oferta inmobiliaria en Nuevo León se concentra mayoritariamente en viviendas nuevas y en construcción, qué juntos representan más de la mitad del mercado. En concreto, el 36.6% de las propiedades corresponde a proyectos nuevos, mientras que el 13.1% está en construcción.
Después, le siguen las casas de 1 a 5 años con 17.4%, las de 20 a 50 años con 11.7%, las de 10 a 20 años con 11.0% y las de 5 a 10 años con 10.1%.
Por otra parte, los precios por metro cuadrado según la antigüedad de las viviendas muestran diferencias notables:
- Construcción: $64,410
- Nueva: $55,725
- 1–5 años: $51,030
- 5–10 años: $41,430
- 10–20 años: $35,876
- 20–50 años: $31,460
Finalmente, en cuanto al tipo de propiedad, las casas representaron el 58.7% de la oferta, mientras que los departamentos abarcaron el 41.3%. Esta distribución subraya una preferencia regional por viviendas unifamiliares, impulsada por factores como el espacio, la ubicación y el perfil socioeconómico de los compradores.
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