De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la producción de vehículos ligeros creció 9.2% a tasa anual durante 2022, mientras que para este 2023 se estima un aumento de 6.6% anual.
En cuanto a las exportaciones, la industria reportó un crecimiento de 5.9% durante el año pasado. En 2023, la AMIA proyecta un incremento de 7.2% con respecto al año anterior.
Respecto a las ventas domésticas de vehículos ligeros, estas se incrementaron 7% al cierre de 2022 y se espera un crecimiento de 5.4% para 2023.
Si bien el desabasto de semiconductores continúa hacia su recuperación, indicó la AMIA, la escasez se mantendrá como un riesgo importante durante 2023.
Igualmente, la industria podría ser afectada por la recesión de la economía estadounidense y las regulaciones en el entorno financiero.
No obstante, si se conserva la participación de los vehículos fabricados en México para el mercado estadounidense se puedan compensar los efectos negativos de esta posible contingencia.
Insistencia por incentivar la producción de vehículos eléctricos
Por los compromisos ambientales que se han adquirido a nivel industria para impulsar la transición a la electromovilidad en México, la AMIA insiste en aplicar incentivos a la fabricación y uso de vehículos electrificados a fin de cumplir dichos compromisos.
Además, la asociación explicó que es importante el desarrollo de políticas públicas entre el gobierno y la industria para promover la transición hacia la electrificación en México.
T-MEC, retos y oportunidades para el sector
Otro de los temas internacionales que es de gran importancia para la industria es el T-MEC. En materia del dictamen sobre el panel de Reglas de origen es muy probable que el fallo sea a favor de México y Canadá, por lo se puede asegurar la competitividad de la industria automotriz establecida en el territorio nacional.
Por otro lado, se mantiene la incertidumbre respecto al posible panel en materia energética, que traería consigo un riesgo en caso de emitirse una resolución contraria a la política energética de México.
De ser así, agregó la AMIA, habrá sanciones económicas y represalias arancelarias que interrumpirían la cadena de valor de la industria automotriz en la región.
Por último, aunque la industria automotriz tiene retos importantes a lo largo de 2023 la AMIA señaló que el sector mantiene un compromiso con la cadena productiva y comercial del sector.