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¿Cuándo se recuperará el mercado interno de vehículos?

Si bien el mercado interno de automóviles en México ha sido uno de los peores parados por la crisis del coronavirus, los últimos meses han mostrado una ligera tendencia alcista que hacen prever que el año cerrará con mejores números que los previstos.

Con 748 mil 510 vehículos vendidos entre enero-octubre de 2020, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) estima que el mercado cerrará el año con la comercialización de 945 mil 58 vehículos, cifra superior a la proyectada en junio cuando el escenario optimista pronosticaba la venta de 921 mil vehículos y la pesimista 700 mil unidades.

Guillermo Rosales Zárate, director general de la AMDA, sostiene que el bimestre noviembre-diciembre es el más dinámico en la comercialización de vehículos, agrupando alrededor de 20% de las ventas totales. Con la llegada del Buen Fin los augurios son positivos para alcanzar la meta:

“Hemos estado haciendo un esfuerzo muy importante en las últimas quincenas respecto a las promociones que están ofertando los diferentes fabricantes y sus redes de distribuidores”, expresa el directivo.

Añade que parte de la estrategia también ha sido trabajar muy de cerca con las financieras de los corporativos automotrices y de la banca para dar un escenario que ofrezca mejores alternativas a los consumidores y que venza el temor de no suscribir la compra o el contrato de crédito ante una posible crisis económica.

No obstante, señala que las previsiones establecidas para cerrar el año también estarán influenciadas por la situación sanitaria que atraviese el país, pues si hay un agravamiento que provoque un nuevo confinamiento (ya sea en todo el país o en algunas entidades específicas), esto podría mermar las posibilidades de alcanzar las 945 mil unidades comercializadas en 2020.

En este sentido, asevera que ha habido un esfuerzo prolongado por que la Secretaría de Economía considere a la venta de vehículos como una actividad esencial, sin embargo, el Gobierno Federal ha ignorado las solicitudes:

“Hemos insistido en la aplicación de una matriz de riesgos, en la que se identifique cuáles son aquellas actividades económicas que tienen posibilidad de operar con muy bajo riesgo de contagio pero que a su vez tengan una alta contribución económica. Dentro de ellas se encuentra la industria automotriz en toda su cadena: desde la fabricación de autopartes, las fábricas ensambladoras hasta la comercialización de los distribuidores”, argumenta Rosales Zárate.

No habrá recuperación en el corto plazo

Las expectativas de un resurgimiento en “U” parecen lejanas, de acuerdo con los directivos de la AMDA. El sector deberá tener paciencia, pues alcanzar los niveles de ventas que registró antes de la pandemia deberán aguardar unos años.

“Nuestra perspectiva es que habrá una línea de rebote muy, muy atenuada, en la que habrá incrementos graduales que nos llevarán hasta 2024 para observar los niveles de venta de vehículos similares al 2019”, menciona Guillermo Rosales.

El directivo de la AMDA precisa que un factor relevante que influirá en la venta de vehículos en el país es la estabilidad macroeconómica que exista. En este sentido, refiere que lo anterior pasa por “tener un control eficiente del gasto público”.

“Desafortunadamente las perspectivas económicas para la economía mexicana no son favorables. Esto requiere de una reasignación del gasto dirigido a aquellos proyectos que sean mucho más rentables y promotores del empleo, que es lo que no solamente nosotros necesitamos como sector, sino toda las familias mexicanas, para paliar el impacto de esta crisis”, refiere.

Por otra parte, la AMDA ha abogado por iniciativas que motiven la recuperación del mercado interno automotor. Dentro de las propuestas mencionadas, se hallan el establecimiento de programas de renovación de parque vehicular, impulsar programas de chatarrización, controlar el ingreso de “autos chocolate”, así como desarrollar esquemas más flexibles por parte de las instituciones financieras.

Adaptación a una nueva realidad

El cierre de las tiendas físicas encaminó a las distribuidoras a acelerar la digitalización en los servicios de atención a los consumidores. Guillermo Rosales señala que están atravesando un salto que si no hubiera sido por la pandemia, habría tardado alrededor de cinco años en darse.

Guillermo Prieto Trevino, presidente de la AMDA, reconoció en una rueda de prensa la capacidad de adaptación de los consumidores y los distribuidores para aminorar el impacto de la crisis, pero advirtió que el modelo de negocio actual ya no podrá seguir vigente por mucho tiempo por lo que deberán adecuarse a las nuevas realidades, algo que no será sencillo en el corto plazo ante un ambiente tan complejo.

“Cada vez más fases del proceso de compra de un vehículo se están llevando a cabo online: desde la búsqueda de información para comparar la oferta disponible; recibir solicitudes de cotización; el iniciar un expediente para procesar una solicitud de crédito; seguimiento de citas; hasta programar una prueba de manejo llevando el vehículo al domicilio del cliente”, ilustra Rosales Zárate.

No obstante, el director adjunto de la AMDA menciona que aún no perciben como inminente la desaparición de las tiendas físicas, pero sí advierte que la visita del cliente a una distribuidora será mucho más precisa y para eventos muy específicos, con menor requerimiento de tiempo.

Calidad, el sostén de la industria automotriz

Con más de 16 años ligado a la industria automotriz, Guillermo Rosales reconoce la importancia de la industria automotriz para el desarrollo económico de México. El primero de octubre de 2004 ingresó a la AMDA y pasó poco tiempo para que asumiera un rol directivo dentro del organismo.

El especialista recuerda que desde el primer momento en que se introdujo al mundo de la distribución de vehículos ha sido una constante satisfacción por la complejidad y las múltiples facetas que se encuentran en ella.

“Pero sobre todo por el constante aprendizaje de la gente que participa en esta industria. Además, tienes la oportunidad de tener conciencia plena de lo que representa este sector para México, su contribución al desarrollo regional, siendo Aguascalientes una prueba fehaciente de ello”, valora Rosales Zárate.

El director general adjunto de la AMDA resalta la generación de oportunidades para alcanzar una mejor vida que la industria automotriz brinda a más de un millón de personas en México que trabajan directamente en la primera parte de la cadena del sector automotor.

Por eso, con una amplia expertise dentro del ramo, Guillermo Rosales destaca dos valores característicos del sector que vaticinan su recuperación y lo hacen ser optimista:

“Indudablemente la resiliencia es uno, pero va complementado con un compromiso de la calidad como valor. A lo largo de toda la cadena, desde el diseño y la producción de autopartes, pasando por el ensamble, hasta la comercialización, la calidad es un valor inherente a la industria. La competencia despiadada requiere que tengas calidad en tu producto, en tu servicio, y con ello puedes tener el favor del consumidor”.

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