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Cuando los políticos deben actuar como empresas

El concepto de ‘marca persona’ hace referencia a un individuo que se considera a sí mismo una marca, tal como si fuera una empresa.

Para desarrollar una marca persona se deben identificar las características que harán sobresalir al individuo. Hay que elaborarla de forma estratégica, a fin de que pueda diferenciarse y conseguir el mayor éxito posible en las relaciones, tanto sociales como profesionales. Además, la reputación será un aspecto importante a cuidar, pues de ello dependerá el impacto de la propia imagen.

En este rubro, el uso de las redes sociales se vuelve un buen puente para llegar a la audiencia deseada, pues genera una proyección pública de gran amplitud.

Marketing, discursos, políticos y… ¿millennials?

¿Cómo se relaciona la marca persona con los políticos? La respuesta es sencilla: a través de sus campañas y discursos, de su imagen, cada candidato gana a sus votantes.

En México, las elecciones 2018 están cada vez más cerca y hasta ahora las redes sociales de los aspirantes a la Presidencia de la República y al Senado, se han visto más activas.

Líder Empresarial consultó a expertos en marketing político, así como a analistas de publicidad, para conocer su opinión respecto al manejo de los discursos dirigidos al grupo elector más importante: los millennials.

Los jóvenes forman el 40 por ciento de la población en México, por ende, son un sector de gran relevancia para los actores políticos; pero ¿realmente saben los candidatos cómo hablar a los millennials? Y, por otra parte, ¿están los jóvenes interesados en la política?

De acuerdo a Sergio Torres, consultor de marketing político, las próximas elecciones serán las más copiosas. “Van a votar 14 millones de jóvenes, esos millennials que estaban apáticos y que ahora se encuentran activos en sus computadoras”, comenta. Si esto es cierto, la incógnita en este momento es saber si los políticos –o al menos los aspirantes que pretenden ocupar un cargo─ saben hablar con este grupo de la población que decidirá las elecciones.

Según lo dicho por Jorge Rodríguez Nieves, consultor político en el despacho de Marketing Político que conduce la maestra Gisela Rubach, la verdad sobre los discursos es un poco abrumadora, pues los diálogos se volvieron –o no han dejado de ser– complejos para los jóvenes. Los políticos deben tener en cuenta que ellos mismos son una marca y sus estrategias de comunicación los hacen ganar o perder votantes.

“Si tú analizas quienes son las personas con más seguidores en redes sociales y las comparas con políticos, incluyendo al propio Enrique Peña Nieto; Yuya tiene muchos más seguidores que el presidente”, dice Jorge.

¿Por qué sucede esto? La razón es simple: los jóvenes saben usar las redes, y el contenido que ofrecen los famosos youtubers está acorde al lenguaje con el cual se comunican los millennials.

Al surgir internet, los políticos encontraron una nueva manera de promocionarse de forma gratuita; el problema fue que, una vez puestas en marcha las redes sociales, no supieron utilizarlas correctamente y comenzaron a hacer lo mismo que en radio y televisión.

“No porque tengas muchos likes o compres muchos bots tienes garantizado el triunfo. Tienes que incitar a la gente a que vaya a votar, esa es la finalidad de la campaña”, opina Jorge Rodríguez.

Así que, ¿cómo atraer a los jóvenes, a esa poderosa masa de votantes? Ignacio de Anda, experto en publicidad, opina que hay temas importantes para este grupo que se están dejando de lado como la seguridad, la muerte digna o el matrimonio igualitario.

“Nadie se quiere acercar a los temas espinosos porque no quieren asumir una responsabilidad. Cuando vas quitando eso del discurso, te quedas con algo muy plano, muy visto y que no interesa ni llama la atención”, expresa Ignacio.

Contrario a lo que opina Rodríguez, De Anda reconoce que los actores políticos saben hacer un muy buen uso de las redes sociales. “Claro que saben, el problema es que las usan para manipular la opinión pública”, agrega.

Entonces, el dilema es el siguiente: la poca eficiencia de los discursos dirigidos a los millennials. Y es que luego de lo sucedido el 19 de septiembre (el sismo que azotó a diversos estados del país), se comprobó el poder del sector joven; por ello, el tema político más importante del país, la elección del nuevo presidente de la República, es algo que ocupa a muchos.

Según los entrevistados, las redes sociales serán un arma poderosa para que los aspirantes a la presidencia de México se acerquen a quienes podrían darles el triunfo; pero serán sus discursos y maneras de abordar las problemáticas sociales lo que definirá al ganador.

El año 2017 se vio no sólo afectado por el sismo, sino también por el incremento de la delincuencia, los feminicidios, los reporteros asesinados y la creciente incógnita del futuro pensionario, hechos que han motivado –aunque sea digitalmente– un poco más a la generación Y.

Los expertos concluyen:

“El joven de hoy está en contra del PRI de Peña Nieto, pero no está peleado con el PRI de Salinas o de López Portillo… porque ya pasó.

[…] Después de lo que pasó el 19 de septiembre, los jóvenes salieron y tomaron las calles haciendo del problema social su propio problema social, político y personal. […] Así que, ¿quién hace las campañas? Los jóvenes. Piensa que todos los políticos que entraron, la mayoría entraron siendo jóvenes”, dice Sergio Torres.

“La educación está cambiando, la forma en la que los políticos interactúan con los jóvenes está cambiando; quien no comprenda eso, tendrá un rotundo fracaso”, menciona Jorge Rodríguez.

“A los actores les vale el discurso honesto, lo único importante es generar la conciencia para estimular el voto a su favor. […] Los políticos no saben manejar discursos, saben manejar recursos para manipular las redes”, asegura Ignacio de Anda.

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