La Iglesia católica se prepara para un cónclave clave que marcará el rumbo de su futuro. Debido al fallecimiento del Papa Francisco, los miembros del Colegio Cardenalicio votarán a puerta cerrada en la Capilla Sixtina por un sucesor como sumo pontífice. Cabe destacar que de los 252 miembros integrantes de dicho colegio,138 no superan los 80 años, es decir, son quienes votarán por el nuevo papa.

Asimismo, en 2013, el favorito era el cardenal Angelo Scola, pero la fumata blanca trajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio. Hoy, el campo es aún más abierto, en gran parte gracias a las reformas del Papa Francisco, quien cambió las reglas del juego al diversificar al colegio cardenalicio con representantes de zonas históricamente marginadas como Tonga, Haití y Papúa Nueva Guinea.

A diferencia de décadas pasadas, el próximo líder de la Iglesia católica no necesariamente será europeo ni conservador. Y es que la nueva generación de papables incluye líderes con trayectorias globales, perfiles carismáticos y profundas credenciales diplomáticas. Estos son los nombres que suenan con más fuerza entre los electores del Vaticano.

Los principales candidatos a sucesor del Papa Francisco

Papa Francisco: Trayectoria, Nombre, Salud y datos que quizá no sabías

Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Secretario de Estado del Vaticano. Diplomático consumado y figura clave en acuerdos con China y Vietnam. Apoya la línea de Francisco pero con un estilo más cauteloso.
Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia. Cercano a Francisco, mediador de paz en Ucrania y defensor de comunidades marginadas. Su estilo pastoral moderno le suma puntos.
Robert Prevost (EE.UU., 69 años)
Prefecto de la oficina vaticana para obispos. De raíces estadounidenses pero con carrera misionera en Perú. Figura clave en los nombramientos eclesiásticos.
Tarcisius Isao Kikuchi (Japón, 66 años)
Misionero y actual líder de Cáritas. Experiencia en África y Asia, defensor del desarme nuclear y con una visión global que agrada en tiempos de diversidad.
Michael Czerny (Canadá, 78 años)
Jesuita y defensor de derechos humanos. Aunque su edad es un factor en contra, su experiencia en migración y desarrollo humano lo mantienen en el radar.
Cristóbal López Romero (España, 72 años)
Arzobispo de Rabat. Firme defensor del diálogo interreligioso, con experiencia en Latinoamérica y África. Refleja la misión internacional y sinodal de la Iglesia actual.
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Apodado el “Francisco asiático”. Carismático, cercano a los pobres y con fuerte presencia pastoral en países en desarrollo. Su reto: la falta de experiencia en gestión interna.
Pablo Virgilio David (Filipinas, 66 años)
Presidente de la conferencia episcopal filipina. Confrontó al gobierno de Duterte por los derechos humanos. Su discurso por una Iglesia inclusiva resuena con fuerza.
Gérald Cyprien Lacroix (Canadá, 67 años)
Arzobispo de Quebec. Experto en iglesias en contextos de secularización. Fue investigado por una denuncia sin pruebas de abuso en los 80, lo que podría ser un obstáculo.
Fridolin Ambongo Besungu (República del Congo, 65 años)
Arzobispo de Kinshasa. Defensor de la democracia, los derechos humanos y líder de una de las comunidades católicas más grandes de África.
Joseph Tobin (EE.UU., 72 años)
Arzobispo de Newark. Voz fuerte a favor de los migrantes y con amplia experiencia internacional. Aunque su nacionalidad puede jugar en contra, su perfil pastoral convence
Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años)
Jesuita, políglota y coordinador de las reformas sinodales. Fuerte aliado de Francisco y una voz importante dentro de la Unión Europea.
Péter Erdő (Hungría, 72 años)
Figura del ala conservadora. Cercano a Viktor Orban y defensor de una doctrina más rígida. Puede atraer a cardenales que desean un viraje doctrinal.

¿Quién es el camarlengo? Responsable del cónclave para elegir sucesor del Papa Francisco

¿Cuántos Papas ha tenido la iglesia católica?

Por su parte, en el complejo protocolo que se activa tras la muerte de un papa, hay un rostro discreto pero fundamental: el del camarlengo. Actualmente, esa figura recae en el cardenal Kevin Farrell, un clérigo irlandés-estadounidense que encabeza la administración interina del Vaticano mientras se elige al sucesor de Francisco.

Igualmente, Farrell, nombrado camarlengo por el propio Francisco en 2019, es el responsable de verificar oficialmente el fallecimiento del pontífice, coordinar los rituales funerarios y supervisar los preparativos logísticos del cónclave. Asimismo, su trayectoria habla de la profunda confianza que el papa emérito depositó en él. Fue prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; organizó eventos globales como el Encuentro Mundial de las Familias y la Jornada Mundial de la Juventud, y ha sido clave en la supervisión de las finanzas vaticanas desde 2020.

En 2024, sumó otra tarea estratégica al liderar la presidencia del tribunal de casación, el órgano judicial supremo del Vaticano. Con un perfil técnico, discreto y leal, Farrell es hoy la figura que sostiene la estabilidad institucional mientras la Iglesia universal espera a su nuevo líder.