El corazón industrial del Bajío late con una cadencia bien definida: el metal, la velocidad y la manufactura sostienen su economía, mientras otros sectores apenas encuentran aire para subsistir. Aguascalientes, con su estructura económica orientada a la producción, mantiene una maquinaria bien engrasada en la que algunas industrias son piezas clave y otras apenas engranes periféricos en riesgo de oxidarse dentro del Producto Interno Bruto (PIB).
Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB de Aguascalientes en 2023 se distribuyó en tres grandes sectores e industrias: el secundario, con un 43.2% del total; el terciario, que se impuso con un 45.5%; y el primario, apenas con un 4.3%.
Si bien los números cuentan una historia de crecimiento, también revelan la desigualdad entre los motores económicos del estado.
El músculo de la manufactura
No es ningún secreto: Aguascalientes es una fábrica en movimiento.
Su economía no se entiende sin la manufactura, el sector que más dinero genera y que define su identidad industrial.
Con 143 mil 941 millones de pesos, esta actividad representa más de un tercio del PIB estatal y el 78.7% del sector secundario.
Aquí, la industria automotriz juega un papel estelar, con plantas de ensamblaje y autopartes que exportan al mundo.
El comercio también es protagonista.
En el sector terciario, el comercio al por mayor -39 mil 677 millones de pesos- y el comercio al por menor -27 mil 265 millones de pesos-, reflejan una economía que no solo produce, sino que consume.
Los servicios inmobiliarios (25 mil 501 mdp), el transporte y almacenamiento (23 mil 015 mdp) completan el andamiaje de una ciudad que crece y se mueve al ritmo del mercado.
Las piezas que apenas giran
Pero si bien hay industrias que rugen con fuerza, otras apenas emiten un murmullo.
El aprovechamiento forestal es el eslabón más débil de la economía estatal, con apenas 51 millones de pesos en 2023.
En un estado donde los paisajes son más de asfalto que de bosques, el sector maderero no ha encontrado espacio para desarrollarse.
La generación de energía eléctrica, aunque más relevante, también tiene una participación discreta en la economía local, con 4 mil 779 millones de pesos.
A pesar del creciente interés en energías renovables, el estado aún depende de fuentes externas para abastecerse.
La minería, por su parte, tampoco es un motor de crecimiento: con 9 mil 36 millones de pesos, sigue siendo una actividad residual en comparación con su peso en otros estados del centro-norte del país, donde el oro, la plata y otros minerales son la base de la economía.
La maquinaria sigue en marcha, pero con piezas dispares
Aguascalientes ha demostrado que su modelo económico es eficaz, pero desigual. Mientras algunos sectores generan miles de millones de pesos y definen el desarrollo del estado, otros apenas suman cifras marginales. El desafío ahora no es solo mantener el crecimiento, sino equilibrarlo.
En una economía que se mueve como un gran engranaje, las piezas pequeñas también importan. La pregunta es si encontrarán su lugar en la maquinaria o si terminarán quedándose en el olvido.
Puedes leer también
Aguascalientes frente al espejo: ¿qué pasaría si Nissan se va?