Uno de los principales problemas que se han presentado con la actividad del Popocatépetl es la ceniza volcánica, que ha sido tanta que se han tenido que suspender las clases por la seguridad de los niños.
El volcán Popocatépetl, ha mostrado un incremento significativo de actividad en las últimas semanas, generando alerta entre las autoridades y la población de las zonas circundantes.
Actualmente el semáforo volcánico se encuentra en amarillo Fase 3, por lo que aún se puede esperar alguno de los siguientes riesgos:
- Explosiones leves a moderadas que lancen fragmentos en el entorno del cráter
- Lluvias notorias de ceniza volcánica en las poblaciones en el entorno y en algunas ciudades lejanas
- Crecimiento importante del domo y posibilidad de expulsión de magma
- Riesgo para la aviación
- Explosiones importantes de intensidad creciente que lanzan fragmentos a distancias considerables
Sin embargo se han reanudado casi todas las actividades, pese a que aún en días recientes sigue presentando actividad.
¿Cuáles son las consecuencias de inhalar ceniza volcánica?
Uno de los sectores que se detuvo con la actividad del Popocatépetl fueron las clases presenciales, pues se buscaba evitar que los niños se expusieran a la inhalación de ceniza volcánica.
Ahora que se ha anunciado el regreso a clases, existe una preocupación sobre los riesgos que puede tener para la salud el inhalar ceniza volcánica, aquí te contamos algunos de ellos.
Dentro de los riegos que puede implicar la ceniza volcánica para la salud podemos encontrar los siguientes:
- Irritación respiratoria: La ceniza volcánica contiene partículas finas y abrasivas que pueden irritar las vías respiratorias. Esto puede causar síntomas como tos, dificultad para respirar, irritación de la garganta y congestión nasal.
- Problemas respiratorios agudos: En casos de exposición prolongada o de alta concentración de ceniza volcánica, puede ocurrir una afección llamada «síndrome del pulmón de granjero» o neumonitis por hipersensibilidad. Esto se caracteriza por una inflamación pulmonar aguda que puede causar fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y malestar general.
- Agravamiento de enfermedades respiratorias existentes: Las personas que ya padecen enfermedades respiratorias crónicas como el asma, la bronquitis crónica o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas debido a la inhalación de esta ceniza
- Efectos en los ojos: La ceniza puede irritar y dañar los ojos, causando enrojecimiento, ardor, picazón y sensibilidad a la luz.
- Problemas en la piel: La ceniza volcánica puede causar irritación y sequedad en la piel. En algunos casos, puede provocar reacciones alérgicas o irritación cutánea.
¿Qué hacer para protegerse?
Es importante tener en cuenta que los riesgos para la salud dependen de la composición química de la ceniza volcánica, la duración de la exposición, la concentración y la salud general de cada individuo.
Algunos de los consejos para protegerse de de la ceniza volcánica con los siguientes:
- Permanecer en el interior: Mantener las puertas y ventanas cerradas ayuda a evitar la entrada de ceniza al interior de los espacios.
- Utilizar mascarillas adecuadas: Si es necesario salir al exterior o si la concentración de ceniza es alta, se recomienda utilizar mascarillas N95 o mascarillas con filtros especiales para partículas finas. Estas mascarillas ayudan a reducir la inhalación de partículas de ceniza y proteger las vías respiratorias.
- Proteger los ojos: Utilizar gafas o gafas protectoras para cubrir los ojos y protegerlos de la irritación causada por la ceniza volcánica.
- Evitar actividades al aire libre: Durante la presencia de ceniza volcánica, se debe evitar realizar actividades al aire libre como hacer ejercicio, practicar deportes u otras actividades que impliquen una exposición prolongada a la ceniza.
- Cubrir fuentes de agua potable: Para proteger el suministro de agua potable, se recomienda cubrir los depósitos o recipientes de agua para evitar la contaminación con ceniza volcánica. También se aconseja filtrar o hervir el agua antes de consumirla.
- Limpiar adecuadamente: Para eliminar la ceniza volcánica de las superficies, se debe evitar barrer o utilizar herramientas que generen polvo. En su lugar, se recomienda utilizar paños húmedos para limpiar y recoger la ceniza de manera cuidadosa.
- Seguir las instrucciones de las autoridades: Es importante estar atento a los comunicados y recomendaciones emitidos por las autoridades locales y seguir sus indicaciones en cuanto a evacuaciones, zonas seguras y medidas de protección.