Toda empresa familiar afronta, tarde o temprano, desafíos que definen la supervivencia de la empresa: el crecimiento, y el traspaso generacional. Si estos no son manejados de la manera correcta, se puede llegar a un conflicto que arrase con las relaciones familiares y conlleve al cierre de la compañía.
Actualmente, 8 de cada 10 de las empresas en nuestro país son empresas familiares, por lo que FUNDES, firma de consultoría especializada en promover e impulsar el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas en América Latina, propone promover la incorporación de mecanismos para fortalecer a medianas empresas de corte familiar.
La falta de institucionalización obedece en gran medida a la ausencia de protocolos familiares que garanticen la continuidad de las empresas; sólo el 10% de las empresas tiene alguno de estos acuerdos.
FUNDES apuesta por la continuidad de empresas familiares mediante el correcto y eficiente relevo generacional, definiendo las políticas estratégicas de la empresa y generando:
- Protocolo Familiar. Un contrato ético-jurídico por el que una familia pone reglas por el que se rigen las relaciones entre la familia, la empresa y la propiedad, garantizando la continuidad de la empresa mediante el correcto y eficiente relevo generacional.
- Diagnóstico Familiar. Estado y evolución en los ejes (empresa, familia y sociedad).
- Gobierno corporativo. Diagnóstico generado y dividido en ejes temáticos para establecer qué prácticas debe mejorar la empresa.
- Modelo Integral de Empresas Familiares. Acciones para el fortalecimiento del Gobierno Corporativo y Acciones de Fortalecimiento Empresarial.
La mortalidad de las empresas familiares depende de las dificultades y conflictos de la familia. Sin embargo, las empresas que logran pasar a una segunda, tercera o cuarta generación mejoran su competitividad frente a su sector.
En este contexto, es importante destacar que en México, 3 de cada 10 empresas familiares pasan a segunda generación y solo 7 de cada 100 alcanza la tercera generación.
Los hijos o posibles sucesores, necesitan conocer los retos, riesgos y oportunidades que implica liderar la empresa heredada por sus padres y asegurar el beneficio para su familia y próximas generaciones. Sin embargo, pueden surgir algunos retos como:
- Selección. Ubicar qué integrante de la familia estará al frente del negocio, es una decisión a tomar con una gran claridad de las competencias necesarias para asegurar el futuro exitoso de la empresa.
- Lanzamiento. Elegir y nombrar públicamente al sucesor de una empresa familiar es muy relevante para su futuro, es como el pase de la estafeta en una carrera de relevos.
- Adaptación. Las experiencias y aprendizajes del primer año, combinadas con un buen soporte de casos de estudio, facilitan la adaptación del nuevo líder de la empresa familiar.
- Prueba de fuego. Los primeros meses y quizá el primero año, es crítico. Representa la prueba de aprendizaje y experiencias previas fundamentales para asegurar el éxito de la transición.
La sucesión generacional puede representar un reto para la permanencia de una empresa familiar, ya sea pasar de una primera a una segunda o tercera generación, es un paso trascendental para asegurar el crecimiento y éxito futuro de la empresa.