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¿Cuál es el futuro del turismo aeroespacial?

Si bien la reciente visita al espacio del multimillonario Richard Branson fue el último capítulo de la nueva trama del turismo comercial espacial, parece estar claro que los próximos meses, incluso años, el tema parece destinado a copar grandes titulares y polémicas a partes iguales.

A pesar de ser un negocio que lleva más de dos décadas en funcionamiento, es ahora, cuando magnates como Jeff Bezos, Elon Musk o el mismo Branson, con sus propios vehículos espaciales, están haciendo despegar sus aeronaves (y todo el marketing) de uno de los más prometedores sectores en auge con un potencial mercado de 10.000 millones de dólares.

Pero, ¿cuál es el futuro real de esta industria?

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Definitivamente el hito de SpaceX afianza un paso más para el turismo espacial, ya que ahora cualquier persona (con un alto patrimonio económico alto) puede desde ya cumplir el deseo de salir del planeta y entrar en órbita, algo que si bien hasta ahora se veía como una excentricidad propia de los millonarios, hoy aglutina diferentes empresas privadas dispuestas a competir para hacerlo realidad.

El mundo entero ha podido seguir esta semana, y en tiempo real, como se cumplía el mayor hito, hasta la próxima fase, de los viajes espaciales, donde las naves propiedad de compañías privadas, en lugar de organismos gubernamentales, envían astronautas y turistas al espacio orbital.

Que el espacio es el nuevo objeto de deseo de los millonarios no es nada nuevo, aunque el turismo espacial sí lo es, y esto es una ventaja de la que muy sabiamente se han apropiado las compañías estadounidenses, que todo indica que liderarán el camino en el futuro de los viajes espaciales.

Por ahora, la expectación es máxima y la propia SpaceX ya ha anunciado que ha vendido el primer billete a la luna. Y a pesar de que parece evidente que SpaceX tiene una ventaja significativa sobre sus competidores en la industria espacial comercial, Richard Branson con Virgin Galactic o Jeff Bezos con Blue Origin sueñan con hasta ofrecer hoteles espaciales, algo que, visto lo visto, no suena ya tan disparatado. La atracción de la gravedad es más evidente que nunca.

Blue Origin

El espacio es el límite para las empresas privadas que ven un nuevo mercado más allá de la estratosfera; a su favor tienen que sus pasajeros no están dispuestos a viajar en low cost.

Así pues, a la par que empresas como SpaceX seguirán contribuyendo al lanzamiento de astronautas profesionales de la NASA para proyectos en el espacio, también se apunta a desarrollar un nuevo negocio aeroespacial para pasajeros menos profesionales, pero deseosos de nuevas experiencias.

Como es sabido, Blue Origin -empresa propiedad de Bezos- está incursionando en el turismo espacial. Su objetivo es ofrecer viajes y saltos con duración aproximada de 11 minutos, desde el oeste de Texas hasta Karman. Asimismo, Bezos planea construir colonias espaciales flotantes donde vivan y trabajen millones de personas en un futuro.

Información de National Geographic

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