Por: Antonio Martín del Campo. Chairman 02X y Venture Studio
A menudo, los fundadores de las PyMEs mencionan estar «demasiado ocupados» con la operación para comenzar con un proceso profundo de transformación. Esto agudiza que la dependencia de los fundadores hacia su empresa se convierta en un ciclo interminable de trabajo ineficiente.
Crisis y oportunidades, crisis y emprendedores, crisis y crecimiento. En este primer semestre del año, los emprendedores con alto potencial de crecimiento que participan en programas de escalamiento están dando la nota, al superar una vez más la barrera del 25% de crecimiento anual.
Con información recién salida del horno, las empresas de la región con estas características crecieron más de 27% en el primer semestre. Si bien hay una disminución de 5% con respecto al mismo periodo del año pasado, el grueso se mantiene por encima del 25% anual —según información de un último estudio realizado por 02X, la primera escaladora de empresas en México—.
En dicho instrumento se observó un primer semestre complicado, marcado por una aguda problemática en la oferta de productos y la cadena de suministros. También se percibe una inflación general en aumento; en mayo cerró en 7,65%.
Existe un comportamiento desfavorable de la inflación subyacente, que genera preocupación para el segundo semestre. La baja en la competitividad general del país se refleja en temas como la falta de incentivos económicos para impulsar la recuperación post pandemia, la eficiencia (o no) del gobierno, el entorno de negocios, por citar algunos.
A pesar de la coyuntura actual, los emprendedores han encontrado grandes palancas para detonar el crecimiento. Algunas se han implementado en los últimos 18 meses y los resultados comienzan a ser evidentes. Entre ellas, destacan:
Gran y pronta adaptación ante el entorno cambiante. En la práctica, se tradujo en cambios en sistemas de precios adecuados a la inflación, ajustes en compras y, en general, en toda la cadena de suministros.
Sistemas de gobernanza. Esta ha sido premiada como una de las mejores prácticas de ESG. Los criterios ESG se definen como factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en un negocio. En los últimos años, se han convertido en la referencia de la Inversión Socialmente Responsable (ISR) y son altamente valoradas en empresas trasnacionales.
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Son además una gran fuente de asesoría, dirección y acompañamiento para el emprendedor. Ayudan a amplificar el mensaje de que este está dispuesto a revisar las diferentes problemáticas internas desde varias perspectivas —y no caer así en decisiones emocionales, el principal motivo de quiebra de muchas entidades—.
Enfoque para abordar la crisis. Este marcó toda la diferencia en el primer semestre del año, gracias a una perspectiva de fortalecimiento de capacidades internas como medida defensiva y un giro en la estrategia sobre cómo abordar tanto al mercado como a los clientes.
Este último punto fue fundamental porque la mayoría de las empresas sólo se dedicaron a bajar costos, sin ton ni son. Quitaron no sólo la grasa, por decirlo de manera coloquial, sino también gran parte del músculo —eliminando capacidad de maniobra para el crecimiento a corto plazo—.
Dentro del estudio también se preguntó a los emprendedores cuáles son sus perspectivas para el siguiente semestre. En un porcentaje mayor al 82%, no solamente buscan mantener el crecimiento alcanzado (que, por cierto, ya consideran bastante retador); el objetivo de fondo es no dejar que la inflación les quite el ritmo de los dos últimos años. Para ello, reconocen que necesitan forzar aún más la nota.
Sin duda estos datos son buenas noticias para el ecosistema empresarial en su conjunto. Representan una bocanada de aire fresco y un recordatorio de que los mejores momentos, tanto para crecer como para ganar mercado, son justamente los tiempos de crisis.
Para finalizar, estas empresas enfocaron todos sus esfuerzos en impactar en los elementos “dentro y fuera”. Además de priorizar el crecimiento sólido de sus ventas —tratando de atenuar los costos y la integración de la inflación—, en la mayoría de los casos, aumentaron su rentabilidad en relación al año pasado (o, al menos, la mantuvieron).
Las crisis son el mejor momento para escalar. Son los tiempos para que los emprendedores efectúen las transformaciones pendientes. Las crisis designan a las empresas que se consolidarán, las que desaparecerán y las que emergerán como líderes.
Cabe recordar que, en la última gran crisis, Netflix introdujo el streaming como respuesta a la oportunidad de mercado de las tiendas de alquiler de vídeos. Durante la recesión de 2008, concentró todos sus esfuerzos en generar ingresos en Europa y Asia, mientras que Estados Unidos enfrentaba dificultades económicas. Al hacer esto, alcanzó una rentabilidad máxima histórica durante una recesión.
Las historias de emprendedores que crecen a tasas mayores del 25% en esta pandemia, o las de empresas que en el pasado emergieron como líderes, son ahora nuestra fuente de guía e inspiración. En los momentos que nos ha tocado vivir, el mensaje es claro: el crecimiento es una decisión. No dejes que nada ni nadie te impida construir el tuyo.