La tercera mayor empleadora de Zacatecas -nacida en 1917 en la ciudad de Detroit, Michigan- llegó en 2016, con apoyo del Gobierno del Estado y una inversión de 22 millones de dólares. Desde el momento del arranque se ha dedicado a la manufactura de vestidura automotriz, la cual motiva a más de 2 mil 700 trabajadores a fortalecer sus habilidades y comprometerse con resultados que superen las expectativas.
Lear Corporation tiene presencia en 39 países, con más de 174 mil trabajadores en el mundo, 64 mil de los cuales se encuentran sólo en México. Pese a los estragos de la pandemia se mantiene en pie, produciendo 3 mil juegos de vestiduras por día a dos grandes clientes: General Motors y Ford.
¿La clave?, motivar a cada elemento
La planta de Zacatecas se instaló en una nave pequeña, donde se hizo la capacitación del personal en los procesos de vestidura automotriz. El crecimiento se dio de tal forma que en enero de 2017 se mudó al Parque Industrial Morelos, frente al Aeropuerto Internacional; propiciando que en 2019 se alcanzaran las 2 mil 200 plazas y en 2020 2 mil 700. Por si esto fuera poco, planea ampliar su capacidad para alcanzar los 3 mil 100 empleos en el lapso 2021-2022.
Guillermo Torres, gerente de Recursos Humanos, explica que las empresas alcanzan su madurez en un lapso de tres a ocho años, meta que Lear Zacatecas alcanzó en cinco. El desarrollo a esta velocidad fue posible debido a que la planta tiene contrato con General Motors para producir las vestiduras de distintos vehículos de la marca Chevrolet.
Aun cuando Lear Zacatecas tiene múltiples áreas dónde centrar su atención, considera que su principal recurso es la gente que labora en su interior. Es así que desde hace dos años se implementó una filosofía en toda la compañía denominada “Engagement”, y que su principal objetivo es lograr el compromiso y enganchamiento de su personal.
Entre las iniciativas de crecimiento laboral se ofrece a los operadores un tabulador compuesto por varios niveles, en los que se genera experiencia al avanzar, así como crecimiento en el monto salarial. Por parte de la compañía, se exhorta a cada individuo a transitar entre las diferentes áreas de operación y se otorgan bonos para reconocer su desempeño.
Cabe destacar que los trabajadores están certificados en operaciones críticas enfocadas al nivel de riesgo de los productos. Dicho interés por forjar experiencia ha salido de los muros de la planta, ya que Lear Zacatecas se ha vinculado con una empresa de Manpower para “aceptar a residentes profesionales de las universidades del estado, con la finalidad de reforzar los conocimientos de los nuevos profesionistas”.
Obstáculos vencidos
Tras el llamado federal al resguardo preventivo, al inicio de la pandemia, la planta paró sus operaciones dos meses. Aunque los trabajadores se mantuvieron en casa, continuaron recibiendo su salario casi en su totalidad y sus prestaciones al 100%; mientras su plaza continuaba a salvo en la empresa.
El retorno a la planta fue un reto de proporciones mayúsculas, pues se necesitó replantear el ingreso de los trabajadores, desde la utilización del transporte hasta el cumplimiento de su jornada. Las actividades necesarias para este propósito se basaron en un playbook, lo que permitió el seguimiento de las órdenes de las autoridades sanitarias.
Debido a la rigurosidad con la que Lear Zacatecas ha manejado sus protocolos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lo certificó por cumplir al 100% con las medidas acordadas en las dos auditorías que se han tenido.
La compañía y su apoyo a Zacatecas
Algunos de los valores que definen a la compañía son: trabajo en equipo, integridad, honestidad y promoción de la diversidad -respeta a todas las razas, aspecto, religión, preferencia sexual-.
Además, es una empresa socialmente responsable y con mucha intervención en la comunidad. Prueba de ello es su participación en un Fondo Unido, con sede Chihuahua, donde se aportan ingresos semanales de forma voluntaria que luego se destinan a causas relacionadas con la educación, salud y entre otros temas.
Directamente en Zacatecas, fomenta los valores a través de un robusto abanico de actividades. En los últimos años, previo a la pandemia, se han realizado eventos -como el Open House- a los que acuden los familiares de los trabajadores y pasan un momento agradable.
Con respecto a educación, se han otorgado becas para que estudiantes vulnerables del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) sigan sus estudios o aspiren a una carrera profesional en el futuro. En el mismo rubro, se han destinado recursos para el apoyo a algunas otras universidades del estado.