La revista científica Nature publicó los resultados de un equipo de investigadores australianos del Walter and Eliza Hall Institute, los cuales crearon un fármaco capaz de detener el crecimiento del cáncer de hígado y sangre en roedores sin que dañe las células sanas ni deteriore de manera irreversible el ADN.
El equipo de científicos enfocó sus esfuerzos en hallar si la inhibición de las proteínas KAT6A y KAT6B puede facilitar detener el cáncer, ya que dichas proteínas están estrechamente vinculadas con el detonamiento de células cancerígenas y con el desarrollo tumoral.
En este sentido, Tim Thomas, uno de los líderes del proyecto, explicó que en efecto, descubrieron que el agotamiento genético de la KAT6A multiplicaba exponencialmente la esperanza de vida en animales con linfoma (cáncer de sangre), por lo que acto seguido, se dispusieron a idear fármaco que inhibiera a la proteína.
Tras 10 años de investigaciones, los científicos pudieron generar un fármaco que “pone a las células cancerosas en un sueño permanente”, una suerte de letargo que imposibilita que sigan desarrollándose y expandiéndose por el cuerpo, sin que el cuerpo sufra el terrible desgaste que conllevan métodos como la quimio y la radioterapia.
“Esta nueva clase de compuestos detiene la división de las células cancerosas desactivando su capacidad de ‘activar’ el inicio del ciclo celular. El término técnico es la senescencia celular. Las células no están muertas, pero ya no pueden dividirse y proliferar. Sin esta capacidad, las células cancerosas se detienen en seco».
Si bien los resultados de la investigación son ilusionantes, los propios encargados del proyecto han preferido mantenerse en la cautela, afirmando que todavía queda mucho trabajo por hacer para que esta clase de medicamentos pueda ser investigada en pacientes humanos; aunque, reconocen, el descubrimiento da indicios de que estos fármacos podrían ser efectivos en una terapia de consolidación para retrasar o prevenir la reincidencia después de un tratamiento inicial.