En el arte de vender es importante valorar el establecimiento de relaciones comerciales a largo plazo, estableciendo la confianza como un valor agregado que el cliente paga por ello.
Sabe tu empresa o tiene medido ¿por qué tu cliente los prefiere?
Quizá tengas una lista larga de clientes actuales, clientes a los que les has dejado de vender por diferentes razones, y prospectos a los que quieres llegar pronto para hacer crecer tu negocio.
Hoy en día la tecnología electrónica y portátil nos ha conducido a un vertiginoso ritmo de productividad y ventas, y la apuesta por dicha tecnología por muchas empresas es más que un hecho y funciona.
¿Pero qué pasa cuando tenemos la tecnología pero no el personal calificado para operarla? No siempre hace falta una gran inversión tecnológica para ser más competitivo y eficaz.
Un valor agregado importante es la creación de confianza con nuestros clientes, una relación que se debe plantear y planear a largo plazo.
¿Cómo lograrla?
Con seis básicos puntos a tomar en cuenta:
- Ser confiables: Y al decir esto estamos pensando en ser cumplidos con nuestros compromisos y promesas como empresa, con tiempos de entrega, calidad y servicio.
La puntualidad es parte de la confiabilidad.
- Integridad: Que no es otra cosa que la Honestidad y la ética profesional, no engañar al cliente para tratar de conseguir una venta, y admitir que no sabemos la respuesta a alguna pregunta y saber que decir cuando hay particularidades que no se pueden cumplir.
- Nivel de Respuesta: que no es otra cosa que nuestra capacidad como proveedor de productos y servicios, respondiendo siempre a las prioridades, necesidades, preocupaciones de nuestros clientes, ofreciendo siempre la mejor solución.
- Objetividad, que toma en cuenta de forma equitativa todos los aspectos, entiende los intereses y puntos de vista del cliente. También trata de obtener información de todas las personas involucradas antes de llegar a una conclusión.
- Capacidad: O competencia de nuestra empresa para hacer frente técnicamente a las expectativas, tanto en forma personal como comercial. El vendedor regularmente posee sólidos conocimientos sobre el producto o servicio.
- Participación del cliente: Que es importantísima, ya que hace que el encargado de tomar decisiones participe activamente en el proceso de compra-venta. Hay muchas herramientas que nos permiten conocer las necesidades de nuestros clientes, y aquí la creatividad es muy importante, ya que las redes sociales ya no son las únicas maneras de interactuar.
Revisar estos puntos nos permite hacer crecer nuestra oferta de valor, y la buena noticia es que el precio ya no se vuelve un factor de decisión de tu cliente, aumentando nuestros márgenes de ganancia y manteniendo relaciones de largo plazo.
Recuerda que es más caro crear un cliente nuevo o recuperarlo, que retenerlo.
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