La pandemia de la Covid-19 no solo impactó la salud y la economía global: también detonó una profunda transformación en el sistema educativo, obligándolo a digitalizarse de manera acelerada. De acuerdo con Guadalupe Ruiz Cuéllar, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), este cambio sigue definiendo el presente y el futuro de la educación.
«Estamos muy acostumbrados al modelo educativo presencial», afirmó la académica. «No solo fue un desafío para la evaluación, sino para trasladar toda la experiencia educativa a un formato completamente diferente, que en ese momento fue solo a distancia», explicó.
Ante ello, la incertidumbre se apoderó de docentes y estudiantes: ¿Cómo enseñar y evaluar sin tener contacto físico? La respuesta fue una reinvención total de métodos, plataformas y estrategias digitales.
De la opción alternativa a la nueva normalidad educativa
Aunque los modelos en línea y las modalidades híbridas existían antes de la emergencia sanitaria, la pandemia dejó claro que no eran una opción de segunda categoría.
«Hoy podemos comprobar que la educación en línea puede ser tan válida y efectiva como la presencial», sostuvo Ruiz Cuéllar.
Además, la especialista destacó que el sistema educativo virtual exige una planificación mucho más rigurosa.
«En la modalidad presencial, el docente puede tomar decisiones espontáneas; en línea, todo debe estar diseñado desde el inicio», enfatizó.
Por ello, esta nueva modalidad obliga a los profesores a ser más reflexivos sobre tres preguntas esenciales del ciclo de la evaluación formativa: ¿A dónde quiero llegar? ¿Dónde estamos? ¿Qué debo hacer para cerrar la brecha?
Plataformas digitales: soporte clave y nuevos retos
En consecuencia, el proceso de digitalización en el sistema educativo encontró en las plataformas digitales un aliado indispensable para gestionar actividades, evaluaciones y recursos de manera más eficaz.
Sin embargo, Ruiz Cuéllar advirtió que los mayores retos persisten en áreas prácticas, donde los simuladores tecnológicos no siempre logran sustituir la experiencia real, como sucede en disciplinas como medicina.
Por otro lado, la investigadora subrayó que el reto actual es construir baterías de evaluación más diversas, que no se limiten a medir el producto final, sino que apuesten por entender y acompañar el proceso de aprendizaje de cada estudiante.
Así, tras la pandemia de Covid-19, el sistema educativo enfrenta ahora el desafío de consolidar su transformación digital y diseñar estrategias que aseguren una educación inclusiva, flexible y de alta calidad.