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Corredores públicos: traje a la medida para empresarios

Ser un corredor público requiere un alto grado de especialización en Derecho Mercantil. La Secretaría de Relaciones Exteriores es quien designa este título y, para ello, los aspirantes deben acreditar exámenes rigurosos.

La Correduría Pública No. 12 y 13, Delgadillo & Favela, es un despacho jurídico especializado en la prestación de servicios para empresas y se distingue por tener dos corredores públicos como socios: Saúl Favela Narváez y Víctor Delgadillo de la Serna.

Entre los servicios que brinda están el derecho societario, títulos y operaciones de crédito, derecho en nuevas tecnologías, derecho en internet, de autor, inversión extranjera y demás cuestiones relacionadas con el día a día del ámbito empresarial.

Los corredores se especializan en resolver controversias y garantizar la seguridad jurídica del empresario. Por eso, a diferencia de otros fedatarios, su grado de experiencia les permite ofrecer “un traje a la medida” a las empresas.

En Delgadillo & Favela conocen la importancia de realizar avalúos y fideicomisos en bienes intangibles cuya naturaleza es difícil de ratificar, como: patentes, marcas, derecho de propiedad industrial o intelectual, títulos de concesión, derechos de autor, entre otros.

Además, están actualizados en temas como tratados internacionales y leyes que afectan a la rama del Derecho en la cual se especializan, característica que los convierte en la mejor opción, más en tiempos recientes debido a las reformas en materia fiscal que, sin duda, afectan a las compañías.

Saúl Favela y Víctor Delgadillo opinan que las nuevas leyes como las de antilavado, protección de datos y de hacienda, son más fiscalizadoras que recaudatorias.

El gobierno tiene una actitud de culpabilidad presunta. En derecho penal, se dice que la presunción de inocencia es una garantía constitucional hasta que se demuestre lo contrario. En actividades de protección de datos personales, ley antilavado y demás, se trata al ciudadano al revés: tienes la obligación de avisar de todas las operaciones realizadas. Eso a los fedatarios también nos pega porque somos corresponsables con las partes que intervienen en los contratos o actos de compra.

Una de las situaciones con la que los empresarios deberán lidiar es el gasto en recurso humano, el cual se incrementará al tener que cubrir los requisitos de las nuevas leyes estatales y federales.

Estamos viviendo una cultura jurídico-económica con altísimo grado de fiscalización. Podemos manejarla, pero la dificultad aumenta. Hay multas muy fuertes sino das aviso al SAT, incluso pueden llegar a la inhabilitación como profesionista o empresario.

Delgadillo y Favela reflexionan que los nuevos movimientos de la política económica del país afectan a los entes económicos por ceñirse a parámetros y referentes de tratados internacionales.

 

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