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Coronavirus: ¿se acerca una pandemia?

A woman uses her hand to cover her face from pollutants as people walk along a street on a polluted day in Beijing, Tuesday, Dec. 8, 2015. Schools closed and rush-hour roads were much quieter than normal as Beijing’s first-ever red alert for smog took effect Tuesday, closing many factories and invoking restrictions to keep half the city’s vehicles off the roads. (AP Photo/Andy Wong)

Bill Gates no se ha cansado de advertir que la humanidad enfrentará en el corto plazo una pandemia que costará una cantidad ingente de vidas. En 2017, en la Conferencia sobre  Seguridad en Múnich, manifestó: 

Independientemente de si surge por una peculiaridad de la naturaleza o de las manos de un terrorista, los epidemiólogos aseguran que un patógeno aéreo de rápida evolución podría matar a más de 30 millones de personas en un año. Y dicen que hay una probabilidad razonable de que el mundo experimente un brote así en los próximos 10 o 15 años«. Muy esperanzador Bill, qué duda cabe.

Sin embargo, ¿es posible que esa virus al que hace referencia ya esté en circulación? ¿La epidemia suscitada en China en los primeros días de 2020 apunta a ser potencialmente devastadora? Hasta el momento, las evidencias parecen indicar que no, aunque especialistas avisan que hay que permanecer alertas. 

En los primeros días de enero, las autoridades sanitarias mundiales posaron sus ojos sobre la ciudad china de Wuhan, después de que se revelaron decenas de casos de neumonía de origen desconocido. Días más tarde, el gobierno del país asiático confirmó que la causa es un nuevo tipo descubierto de coronavirus.

Los coronavirus son un gran grupo de virus que provocan   desde el resfriado común hasta enfermedades más serias como el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), según la Organización Mundial de la Salud. 

Entre los síntomas más comunes se halla dificultad respiratoria, fiebre, tos, cansancio, malestar generalizado. En los casos más críticos, la infección puede causar neumonía, SARS, fallas renales y la muerte. 

De acuerdo con el último reporte de las autoridades chinas, hasta el 15 de enero se contabilizaron 41 casos confirmados, 6 enfermos graves y un deceso.

Las alarmas se extendieron después de que el Gobierno de Japón hizo oficial el primer caso de infección por este nuevo virus, causando la muerte del portador. Trascendió que el fallecido había visitado anteriormente la ciudad de Wuhan, foco original del brote.

Asimismo, Tailandia detectó dos portadores del patógeno en su territorio, ambos de origen chino provenientes de Wuhan. Las autoridades tailandesas han reforzado las revisiones, ante la posible llegada de más de medio millón de chinos al país por los días festivos. 

No obstante, el ministro de Salud de Tailandia, Anutin Charnvirakul, mandó un mensaje de tranquilidad a la nación, afirmando: «Tenemos mucha confianza en que podemos controlar la propagación de este tipo de enfermedades. Estamos completamente alertas«, descartando que  se esté gestando un brote en la nación. 

Tras el anuncio del primer portador del coronavirus localizado en Tailandia, la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado en el que señala que “la detección de casos en otros países no es un suceso inesperado y confirma la importancia del control y la preparación activa en otros países”. 

Hasta el momento, se desconoce con precisión la fuente del brote del virus, aunque autoridades chinas apuntan  como posible origen un mercado de mariscos, el cual ha sido cerrado desde el 1 de enero de 2020 como esfuerzo para detener la propagación del virus.

Sin embargo, a pesar de que los portadores identificados en Tailandia tienen un historial de visitar la ciudad de Wuhan, ambos manifestaron no haber acudido al citado mercado.

Por lo pronto, los servidores públicos de China han informado que no existe evidencia suficiente que sugiera que el coronavirus sea capaz de propagarse entre humanos. 

Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, agradeció al gobierno chino por compartir la secuencia genómica completa del nuevo coronavirus con la comunidad sanitaria internacional, lo que permitirá que otros países lo utilicen en el desarrollo de herramientas de diagnóstico específicas. 

Jasarevic dijo que la experiencia contra el SARS y el MERS (epidemias causantes por otros coronavirus suscitadas hace algunos años) “nos ha preparado para esto, la comunidad global está tomando medidas preventivas y todos los sistemas están preparados para activarse”.  

De acuerdo con el MRC Centre for Global Infectious Disease Analysys del Imperial College London, es probable que el brote del nuevo coronavirus en Wuhan haya originado sustancialmente más casos de enfermedad respiratoria moderada o grave de lo que se informa actualmente.

Derivado de lo anterior, el organismo sugirió que la vigilancia debería ampliarse para incluir todos los casos de personas hospitalizadas por neumonía o enfermedad respiratoria grave en el área de Wuhan y otras metrópolis chinas bien conectadas. 

Jennifer Nuzzo, epidemióloga del Centro para Seguridad de Salud de John Hopkins en Estados Unidos, declaró que hasta el momento no ha habido signos de que la enfermedad se transmita entre personas: «No hemos visto a tantos infectados como para que nos preocupemos por eso». 

Sin embargo, la situación no está para ser ignorada. El colega de Jennifer Nuzzo,  Amesh Adalja dijo en declaraciones recogidas por Sputnik: «Es importante permanecer atentos». 

En los párrafos anteriores se dijo que la familia del coronavirus puede provocar enfermedades más serias, como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS). En 2003, también en China, una epidemia de dicha enfermedad mató a 774 personas y contagió a miles más. 

En este sentido, Amesh opinó: “Han pasado 17 años y todavía no tenemos ninguna vacuna para ningún coronavirus», lo que supone un balde de agua fría. Expresó que de momento, lo único para minimizar el impacto del virus es seguir medidas de prevención.

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