A través de un nuevo producto, que se ubica en el punto intermedio entre un crédito y una tarjeta corporativa, American Express busca conquistar a los pequeños y medianos empresarios.
La Tarjeta Empresarial, que la marca promueve en la Expo Proveedores Gastronómicos en Aguascalientes, es un programa pensado para negocios con ingresos a partir de los 42,000 pesos, sin costo por anualidad el primer año y con un tiempo promedio de aprobación de una semana, asegura el encargado de International Consumer Services & Small Business Alejandro Garduño.
Con ella, American Express apunta a un mercado con más de cinco millones de clientes potenciales (Pymes) en el país, según se puede estimar a partir del Censo Económico 2014 y un estudio del Banco de México, y en el que compite con prácticamente todas las instituciones de la banca comercial, la banca de desarrollo y el sector público que ya ofrecen créditos y programas de apoyo a pequeñas y medianas empresas.
Es el mismo mercado que, de acuerdo con el estudio de Banxico, desdeñan alrededor 78.4 por ciento de las Pymes que, ante las dificultades de acceso a crédito, opta por recibir financiamiento directo de sus proveedores.
Garduño Hernández asegura que además de un servicio personalizado pre y post venta, tiene la ventaja de que “es muy fácil de otorgar a personas morales o personas físicas con actividad empresarial. Únicamente se les pide una identificación, comprobantes de domicilio, comprobante de ingresos de los dos últimos meses y, si es persona moral, el acta constitutiva”. Además, subraya, es una tarjeta totalera, por lo que tampoco tiene tiene tasa de interés.
Pero además de captar a los pequeños y medianos empresarios, American Express pretende otros dos pájaros de un tiro. Por un lado, combatir la mala fama de tarjeta cara y poco aceptada que tiene en México y, por otro, ingresar al mercado que de acuerdo con sus propios estudios crecerá 20 por ciento en los próximos cinco años: las tarjetas corporativas.
En ese sentido, el asesor detalló que los empresarios pueden domiciliar pagos de servicios de la empresa y obtienen beneficios como membresía de puntos, compras protegidas, seguros contra cargos no reconocidos, protección y reemplazo de la tarjeta, plan de pagos diferidos. También privilegios como acceso a Sala Centurión en aeropuertos y descuentos en aerolíneas, protección en viajes y plásticos adicionales -que pueden ser topados- para sus colaboradores cercanos.