La reforma a la Ley General de Salud, que aprobó el senado la semana pasada, propiciará un mejor control de los antros de la Zona Centro y de corredores como el Madero-Carranza en Aguascalientes, aseguró el senador panista Martín Orozco.
A pesar de que las modificaciones están enfocadas principalmente al aspecto preventivo del consumo de bebidas alcohólicas, Orozco Sandoval aseguró que “habrá una exigencia del Consejo de Salubridad hacia los gobiernos y municipios para que adecuen sus marcos regulatorios”.
Hasta donde se sabe, la única obligación que ha sido consignada en ese sentido en el documento enviado a la Cámara de Diputados es la de identificar y catalogar “las mejores prácticas para el comercio minorista responsable de bebidas alcohólicas”, según difundió el sitio Quadratín.
Según el funcionario panista, en Aguascalientes hay un punto de venta de alcohol por cada 1,200 habitantes, lo que convierte al estado en uno de los más altos en este indicador. Además, según la última Encuesta de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del INEGI, es el tercer estado con mayor gasto per cápita en bebidas alcohólicas.
Según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del INEGI, en Aguascalientes existen 314 establecimientos cuyo giro es el “comercio al por menor” de vinos, licores y cerveza, sin contar las 110 tiendas de conveniencia Oxxo, que también cuentan con licencia para la venta de alcohol.
Muchos de ellos se ubican frente a centros educativos, como el Instituto Latinoamericano Miguel de Cervantes en Carranza, el Conalep en Madero o el Colegio Cristóbal Colón en Colosio.
Luego de sucesos como la presunta violación de una mujer en el bar Mafia House, a fines de 2014, y la riña en la que resultó herido un joven al salir del antro Las Palomas, a inicios de este mes, ambos en la calle Carranza, el otorgamiento de licencias para venta de alcohol en la zona centro ocupó la atención de medios de comunicación.
Según Orozco Sandoval, el corredor Madero-Carranza, como se ha llamado a la zona de bares en esas calles del centro de la ciudad, “lo iniciamos cuando tuvimos la oportunidad de ser alcalde y tenía otra visión completamente diferente. Era un tema de cafés, restaurantes, vinos tintos, cerveza, máximo. Y máximo iba a ser un tema de permisos hasta las 12 porque también se trataba de que existiera vivienda y que el tema de un lugar de antros no iba a permitir que la gente regresara a vivir al centro.”
Sin embargo, dijo, los tres años de duración de una presidencia municipal son insuficientes para terminar un proyecto como ese, además de que el cambio de partido al frente del ayuntamiento modificó la visión.