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Construir nuevos caminos: La visión de Lorena Jiménez en el empresariado de Querétaro

La lucha por la equidad de género continúa como asignatura pendiente en el ámbito empresarial, más aún al poner la lupa en Latinoamérica. 

De acuerdo con el estudio de Endeavor México y Mastercard “La brecha de género en el emprendimiento tecnológico en Ciudad de México, Bogotá y Buenos Aires: una tarea pendiente del ecosistema”, los negocios tecnológicos en América Latina fundados por mujeres tienen 10% menos posibilidades de recibir financiamiento que los creados por hombres.

Esta y otras estadísticas han planteado limitantes para el desarrollo de nuestro país, incluso en los estados que gozan de una mayor estabilidad económica, como Querétaro. 

Lorena Jiménez, empresaria a cargo de una de las constructoras más importantes de la región (quien fue presidenta de la COPARMEX Querétaro del 2017 al 2020 y actualmente preside la Federación Bajío Centro del mismo organismo), considera que la desigualdad de género sigue siendo un reto por atender en el ecosistema empresarial queretano: 

“El 70% de la fuerza laboral pertenece a los hombres. Sólo 1% de los consejos de administración están ocupados por mujeres y apenas 16% de las empresas son dirigidas por mujeres. Esta es realmente la problemática: la lucha por primeramente tener un piso parejo y a partir de ahí de luchar por la igualdad. Sin esto será difícil realmente lograr un cambio en el ecosistema”, detalla.

Lo enunciado por la líder empresarial queretana cobra aún más sentido al momento de observar las estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En su reporte Prioridades Estratégicas para México, el organismo estima que reducir por lo menos a la mitad la brecha de género en el sector empresarial aumentaría para el 2040 el PIB per cápita de México en casi 0.2% anual.


Lorena Jiménez se ha convertido en el vivo ejemplo de que esta brecha comienza a reducirse y a generar efectos, desde que asumió el cargo como primera mujer presidenta del sindicato patronal del estado (hace apenas cuatro años). En su paso por la COPARMEX difundió las buenas prácticas organizacionales que hicieron a su empresa merecedora del certificado “Great Place to Work” en 2018, convirtiéndola en uno de los mejores lugares para trabajar en la capital queretana. 

Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad del Valle de México, campus Querétaro, cuenta con un diplomado en Alta Dirección para empresas humanas y altamente rentables, así como un diplomado Experto Internacional por la Universidad Europea de Madrid.

Además, ha ganado distintos reconocimientos a nivel nacional por su labor empresarial, como la Mención Honorífica en la novena edición de los EY Entrepreneur of the Year 2018 de México, mismo que reconoce a los empresarios que implementan estrategias innovadoras en sus negocios y generan impactos positivos en la sociedad. 

Sin embargo, ser empresaria no siempre fue su meta de vida. En el 2012, tras la muerte repentina de su padre, Edmundo Jiménez Suso, inició su carrera en los negocios al tomar de forma abrupta la dirección de la empresa. Esta formaba parte de la familia desde hace más de 30 años, pero hasta ese momento Lorena desconocía cómo llevar las riendas.

A pesar de las críticas y los obstáculos que implicaba dirigir una empresa hasta entonces siempre manejada por hombres, la educación, los valores, el ejemplo y la confianza que su progenitor había sembrado en ella la hicieron luchar por seguir adelante con el negocio. Sobre todo, la impulsaron a prepararse y formar un equipo sólido para continuar e incluso mejorar la calidad de la compañía: 

“Si él pudo pues yo también, no tendría porqué no [lograrlo]. Él siempre dijo que lo que hacía era mejorar la vida de sus colaboradores. Eso es lo que buscaba, luchar por esa justicia social. Cómo él mismo decía, el fin del ser humano es propagar bienestar. Lo que hice fue recordar toda la formación que me dio y tratar de hacerlo incluso mejor”, asegura.

Su crecimiento como empresaria se dio de la mano con su participación en la COPARMEX, donde Mauricio Kuri, quien era presidente del sindicato patronal en ese entonces, la invitó a ser consejera suplente en la organización, en fechas cercanas al fallecimiento de su padre. Este nombramiento le permitió conocer y aprender de la labor empresarial en el estado.

Para 2015, el nuevo titular de la Confederación, Darío Malpica, la nombró vicepresidenta. Por consiguiente, tomó más herramientas y confianza en sí misma para luego levantar la mano y postularse como presidenta de la Coparmex en el estado; su principal misión era fomentar una cultura organizacional equitativa en los empresarios queretanos:

“En diciembre del 2017 tomé protesta como presidenta y estuve tres años al frente del organismo, con muchos aprendizajes y con muchísimos retos. Con el tiempo fui agarrando más representación y voz para el empresariado femenino. Esa era una de mis metas: el compromiso con el medio ambiente, con las mujeres y con la equidad social”, asevera.

Cultura equitativa, fórmula del éxito organizacional 

Si algo ha plasmado Lorena Jiménez en su compañía ha sido una cultura de equidad en la que todas y todos sus colaboradores acceden a las mismas oportunidades. Por tanto, asegura que los salarios, los cargos, las flexibilizaciones y las responsabilidades no distinguen género.

La empresaria recalca que ya son varias las mujeres que dentro de la compañía ocupan puestos directivos, cargos en cuadrillas y en plantas. Asegura que a pesar de ser labores ligadas a la construcción, no distingue entre trabajos para hombres o para mujeres. Es por eso que su filosofía directiva se basa en crear “un piso parejo” para todos sus colaboradores, en el que sus aptitudes determinan realmente su éxito en la empresa.

“La exigencia es igual para hombres y mujeres; tampoco les digo que por ser mujeres les voy a dar más chance, porque sería caer en una situación similar. Lo que sí ofrezco es ese piso parejo, lo cual no te hace menos o más responsable que un hombre, sino igualmente competitiva”, afirma.

La ideología de Lorena no es aún una realidad en el estado, mucho menos en el sector en que se desenvuelve. De las 81 mil 740 personas que laboran en la industria constructora, sólo el 4.4% son mujeres. Más allá de suponer un reto mayor para ella se ha convertido en un aliciente para intervenir como líder de opinión en materia de equidad. 

De hecho, Jiménez participa activamente como consejera ciudadana en varios organismos públicos y privados. Gracias a ello, ha podido abonar al desarrollo de empresas conscientes que en su ADN plasmen justicia, equidad y compromiso con su entorno. 

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La vocación de forjar grandes empresas

Lorena Jiménez busca generar impacto en la manera de hacer negocios de una manera integral; además de la equidad, busca promover valores y una visión sustentable. 

Además, apunta que recientemente iniciaron cursos como “De machos a hombres”, donde los y las colaboradoras de la empresa plantean ideas para la erradicación  del machismo, y así crear conciencia del comportamiento entre compañeros: “porque si no comprendemos y no estamos en el mismo entendimiento entonces no vamos a lograr avanzar como compañía”, recalca.

A pesar de que la equidad de género es uno de sus principales pilares, Jiménez también cree que una parte clave de una visión empresarial transformadora es la responsabilidad con el medio ambiente, principalmente en industrias que tienen un mayor impacto ambiental como la minería: 

“Para mí era un choque muy fuerte pensar: ‘Yo estoy dañando. No quiero dañar, pero necesito mantener la empresa’. Entonces empezamos a trabajar en reciclado de asfaltos para hacer conciencia de que incluso en los sectores en los que nosotros trabajamos se puede tener una visión sustentable”, expresa.

Por tal motivo, Lorena indica que la empresa demostró que reciclar el asfalto es posible para así evitar la minería a gran escala. No es necesario dinamitar siempre la piedra cuando se puede reutilizar el material. Agrega que los estudios realizados en el laboratorio de tecnología de la compañía demostraron que el asfalto reciclado mantiene las mismas curvas de calidad y de los procesos que el asfalto convencional.

Pavimentar el camino empresarial femenino

Lorena Jiménez pronostica que en 10 años México será un país más justo y equitativo, puesto que la lucha de las mujeres no será en vano. No obstante, asegura sentirse halagada de que su labor en la compañía y en la COPARMEX haya motivado a más mujeres a levantar la mano para decir “sí quiero y sí puedo” en el mundo empresarial: Lo que más gusto me da es que he pavimentado ese camino para que más mujeres sepan que tienen esa capacidad”.

La empresaria señala que seguirá promoviendo en la COPARMEX los temas de inclusión, puesto que además de su cargo actual como presidenta de la Federación Bajío-Centro, apoyará activamente a nivel nacional a la Consejera Delegada de Equidad e Inclusión, Fátima Montiel.“Lo que queremos llevar son todos estos protocolos, así como toda esta nueva cultura de comprensión del tema de equidad y de dar el piso parejo a los 68 centros empresariales y a las más de 40 mil empresas socias de COPARMEX. Entonces el reto es enorme, pero el chiste es no detenerse”, concluye.

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