Sin importar la actividad económica que desempeñemos, todos queremos estar tranquilos y seguros; pero ¿qué prácticas podemos llevar a cabo para fomentar esto? A continuación, ofrezco algunos consejos:
- Realizar pagos por transferencia. Siempre que sea posible, utilicemos medios electrónicos para realizar pagos, ya sea SPEI o transferencias programadas. De esta manera, evitamos el riesgo de acudir a un banco, retirar dinero y trasladarlo de un lugar a otro.
- Pagar con tarjeta. De preferencia, utilicemos tarjeta (de débito o crédito) para pagar nuestras compras. No olvidemos siempre llevar con nosotros cantidades de efectivo pequeñas para las ocasiones en las cuales no podemos usar tarjeta. Como última opción, empleemos cheques.
- Evitar mandar claves o contraseñas por medios electrónicos. Si vamos a dar esta información, hay que hacerlo de forma presencial.
- No publicar en redes sociales detalles de los lugares que visitamos (con quien estamos, los horarios en los cuales estaremos ahí, etcétera). Esto es algo difícil para quienes están acostumbrados a compartir todo; pero recordemos que si algo está en la nube, puede estar al alcance de cualquiera, aunque tengamos filtros.
- Mantener respaldos de nuestra información en diferentes ubicaciones, tanto físicas como virtuales.
- Moderar la adquisición y uso de artículos de lujo.
- No dejar objetos de valor (laptops, celulares, tabletas, entre otros) en los vehículos y menos, a la vista.
- Tener el celular bloqueado con clave. También, hay que contar con un respaldo de la información contenida en él.
- No abrir spam o correos de desconocidos. Nos pueden inducir a divulgar por engaño credenciales de acceso.
- Al utilizar algún portal bancario, cotejemos que la dirección electrónica sea correcta y esté completa. Esta tiene que incluir el indicador de portal seguro: https://
- Cuando salgamos a algún lugar público con menores de edad, debemos mantenerlos simpre cerca de nosotros y a la vista.
- No dar información a desconocidos que llamen por teléfono. Si no conocemos a quien llama, simplemente colguemos y bloqueemos (o identifiquemos) el número. Si estamos en el trabajo y la llamada es de un posible cliente, pero la persona indicada para atenderlo no está, tomemos nota de los datos de nuestro interlouctor. Un prospecto real nos dejará su nombre y medios de contacto.
- Solicitar una identificación a quienes acudan a nuestra casa o empresa a prestarnos algún servicio. Ante cualquier duda, podemos corroborar con la empresa prestadora si la persona que nos visita es su empleado.
Con estas acciones y algunas otras más, podemos evitar muchos malos momentos. No hay que olvidar que nosotros mismos podemos contribuir a que la vida sea más tranquila y segura.