Joe Biden no es el primero en proponer una reforma para beneficiar a los inmigrantes Estados Unidos y sus familiares, pero sí ha sido catalogada como la más progresista en la historia de ese país. Un ejemplo de esto fue el ex presidente Barack Obama, quien hizo una propuesta que fue rechazada por la Cámara de Representantes pero tuvo que hacer un gran esfuerzo para proteger a los padres de hijos ciudadanos estadounidenses y titulares de Green cards al ser rechazada.
El nuevo presidente de EU ha hecho de la inmigración su principal prioridad legislativa, detrás de la pandemia. Las acciones no serán inmediatas porque la propuesta necesita ser aprobada por la Cámara de Representantes, sin embargo, ya es vista como un paso importante para la regularización del estatus migratorio de los 10.5 millones de inmigrantes que radican en el país.
El plan, llamado U.S Citizenship Act (Ley de Ciudadanía Estadounidense), beneficiará a aquellas personas sin estatus legal que residan en EE.UU desde antes del 1 de enero del 2020, esto con el propósito de evitar los acercamientos precipitados al norte. Al cumplir con este requisito podrán solicitar una residencia temporal que puede volverse permanente al cabo de cinco años y en tres años más podrán iniciar el proceso para naturalizarse como estadounidense si así lo desearan.
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Quienes soliciten la residencia serán sometidos a un chequeo de antecedentes penales, pagar impuestos, entre otros. Por su parte, los jóvenes protegidos por el programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA) o “dreamers”, y trabajadores agrícolas que cumplan los requisitos específicos podrán calificar inmediatamente para una residencia permanente. A los tres años también podrán naturalizarse.
Por otra parte, la ley también aborda una reforma del sistema de inmigración para las familias. Se eliminarán los largos tiempos de espera con el propósito de despejar los casos saturados y se incrementarán los cupos disponibles para familiares según su país de origen. Además, los inmigrantes cuyas peticiones familiares ya hayan sido aprobadas podrán reunirse con su familia en Estados Unidos de manera temporal, mientras esperan la emisión de sus residencias permanentes.
Los trabajadores inmigrantes que denuncien explotación también serán protegidos. Al igual que las familias LGBTQ+ y a inmigrantes de diversas creencias religiosas, cuyo plan incluye provisiones para eliminar la discriminación.
Además, el nuevo presidente prometió destinar $4.000,000,000 a lo largo de cuatro años para abordar las causas subyacentes que lleva a los ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras a emigrar. El plan de legislación del nuevo gobierno promete la creación de canales legales y seguros para los solicitantes de asilo y refugiados mediante el establecimiento de centros de procesamiento para registrar y procesar desplazados.
Un factor importante de la legislación es que la seguridad fronteriza estará enfocada al despliegue de tecnología que expedite un chequeo y la capacidad de identificar narcóticos u otro contrabando, sin la necesidad de crear más muros fronterizos, pues se mejorará la infraestructura de los puestos.
Escrito por Lucía Troncoso
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