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Conoce el proyecto «Huertos 4.0» impulsado por la Universidad Panamericana

Foto de Roman Odintsov

La Universidad Panamericana comprometida con la investigación, el desarrollo y la generación de conocimiento en las distintas áreas del saber convoca, a través del Fondo “Fomento a la Investigación», a presentar propuestas de investigación. Dentro de la rama de innovación educativa, una de estas propuestas ha sido el proyecto sostenible «Huertos 4.0: un modelo de innovación educativa para incorporar tecnologías de producción agroalimentaria.

Este proyecto tiene como propósito cubrir las necesidades básicas de alimentación, generando conciencia, capacitando a los mismos promotores de esta iniciativa y capacitando a los demás para que puedan comenzar a sacar provecho de espacios disponibles para un pequeño huerto que provea comida a las familias.

Este proyecto multidisciplinario, reúne a las escuelas de Dirección de Negocios Alimentarios, la Facultad de Ingeniería, la Escuela de Pedagogía y a Comunidad Bonaterra, donde los profesores y estudiantes Julieta Domínguez Soberanes, Mayeli Peralta Contreras, Lorenza María Larios Córdova, Carolina Hernández Lozano, David Eduardo Mendoza Pérez, Teresa Hernández, José Héctor López Anaya, Diego Medrano Medina, Pamela Lizeth Ojeda Villaseñor, Samantha Gómez Tena y Adrián Mateo Bascopé Jaldín.

«El objetivo general de este proyecto busca capacitar a las personas que se encuentren en diferentes comunidades y que puedan instalar ellos mismos un huerto rural o huerto urbano y que esto les pueda servir para potenciar la producción y consumo que generan actualmente», informa la Dra. Julieta Domínguez

Un proyecto multidisciplinar

«Entre otros objetivos, se busca darle seguimiento al proyecto, desde una vez plantada la semilla hasta que el producto está listo para comer y se va a continuar con el proceso para monitorear la parte de microbiología para garantizar la seguridad alimentaria, eso lo va a hacer la Mtra. Carolina Hernández. Por otro lado, se van a producir alimentos listos para comer, que esta parte se encargará David Mendoza», agrega la Dra. Julieta.

Sumado a esta iniciativa, la Mtra. Lorenza Larios de la mano de la Dra. Julieta, trabajan en la búsqueda de estrategias para implementar estos huertos horizontales y verticales dentro de Comunidad Bonaterra para poder enseñarle a las personas de este sector y que puedan cultivar sus propios productos, tanto en áreas comunes como individuales.

«Dentro de la parte experimental nos estarán apoyando alumnos de la carrera de Dirección de Negocios Gastronómicos, quienes apoyarán en la parte de germinación para desarrollar plántulas resistentes, buenas y propicias para trasplantarse en huertos de cielo abierto. Lo que nos interesa es ver cómo con la hidroponía podemos mejorar el comienzo de estos cultivos y que sea mucho más fácil el trasplante y ver cuáles de estos principios debemos trasladarlos de forma más práctica para este tipo de proyectos que se quieren desarrollar en Comunidad Bonaterra» , destaca la Dra. Mayeli.

Cabe mencionar que a lo largo de este proyecto, se han sembrado vegetales como arúgula, lechuga romana, kale y lechuga ballerina. En este sentido, el Mtro. David Mendoza trabajará en la parte del desarrollo de nuevos productos con alto valor, tales como ensaladas listas para comer; todo con el objetivo de que los productos que se desarrollen sean significativos para las poblaciones con las que se vaya a trabajar y que tengan cierto grado de familiaridad.

«La propuesta desde el ámbito gastronómico en este proyecto es por una parte buscar aquellos cultivos que se puedan llevar a cabo en este modelo de agricultura vertical pero que tengan un valor significativo en el día día de las poblaciones con las que llegue a trabajar, y por otro lado tratar de revalorizar los quelites, que son diferentes tipos de plantas comestibles que desde tiempos ancestrales se consumen en México y que muchas veces se encuentran en estado silvestre y que no representan un gran valor comercial de manera habitual pero que de forma nutricional, gastronómica y culturalmente son productos que vale mucho la pena tratar de rescatar e incorporar a la dieta habitual», sugiere.

Por otro lado, se busca revalorizar la gran cultura que se ha tenido a lo largo del tiempo en cuestión de cosechar, de sembrar alimentos propios, sobre todo en espacios rurales y comunidades. En este sentido, la Mtra. Teresa Hernández, de la Escuela de Pedagogía, intervendrá con apoyo de procesos pedagógicos y didácticos para orientar a las comunidades y personas en cuestión para finalmente demostrarles un panorama más amplio sobre el uso, potencial y beneficios de los alimentos, más allá de la cotidianidad.

«¿Cómo generar ideas sostenibles, sustentables, comunitarias para que ellos se apropien de sus propios recursos? A lo mejor ahorita nosotros vamos a guiarlos en decirles cómo, pero el punto es que ellos mismos tengan la idea. Tenemos que incentivarlos a que hagan más ideas innovadores detrás de todos los productos que puedan generar», resalta la Mtra. Teresa Hernández.

¿Por qué es un proyecto sostenible?

Al ser uno el productor de los alimentos que consume, el gasto será menor, y en un futuro, estos mismos alimentos que se cosecharan pueden ser vendidos, siendo una fuente de ingresos también para aquel que los produzca.

Para complementar la formación de quienes harán uso del proyecto, la Dra. Mayeli impartirá clases a los alumnos de la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios sobre sustentabilidad. Asimismo, la finalidad que tiene la escuela es la de fortalecer la seguridad alimentaria a través del uso de tecnologías de huertos para reducir el consumo de huella de agua, evaluar distintos productos y matrices y que van de la mano de inocuidad en la producción de los alimentos.

«Dentro de la parte de seguridad alimentaria, entra también la parte de producir alimentos que no hagan daño al consumidor, es por eso que se busca que la producción sea inocua, así como enseñar buenas prácticas para obtener alimentos seguros», señala la Dra. Carolina.

Esta investigación también indaga en la comparación entre un huerto horizontal y un huerto vertical; el huerto horizontal será realizado por los alumnos de Ingeniería Industrial a base de un diseño experimental de PVC, por otro lado el huerto vertical también cuenta con diversas ventajas, tales como ahorro del agua, optimización de espacios, mayor producción de alimentos, implementación de huertos urbanos, capacidad de autosuficiencia alimentaria y contribución a ODS.

Finalmente, otro de los aspectos más importantes de esta investigación es probar qué tipo de cultivos son los ideales, como por ejemplo los quelites; esto con el propósito de dar más oportunidades de desarrollar nuevos productos con alto contenido proteico y diferentes características nutrimentales adecuadas para mejorar el estado nutricio de las personas dentro de las comunidades.

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