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México podría pagar con la misma moneda a Trump

La cancelación de la planta de Ford en San Luis Potosí es uno de los movimientos derivados de la guerra comercial de baja intensidad que se ha desatado en EUA contra México; pero esta ya comienza a tener repercusiones.

En un acto cargado de simbolismo, dos importantes empresas mexicanas a nivel nacional declararon que suspenderán la compra de automóviles de la marca estadunidense.

El anuncio fue realizado por Coconal (Compañía Contratista Nacional) y Grupo Experiencias Xcaret.

Aunque esto ha despertado reacciones de simpatía en las redes sociales; la acción de ambas empresas comprende muchas aristas y se debe tener en cuenta que la armadora no será la única afectada.

Hay que reconocer que las agencias comercializadoras de vehículos Ford en el país son comandadas por empresarios mexicanos, los cuales pagan impuestos, emplean a connacionales y consumen productos y servicios de las zonas en que están establecidos, por lo que no queda muy claro si ese es el mejor contragolpe.

El plan B de México

Otra medida que está sobre la mesa es la de aplicar un arancel a todos los productos de Estados Unidos. Así lo ha asegurado el canciller, Luis Videgaray, quien asegura que México no se quedará de brazos cruzados ante un eventual fracaso del fracaso del TCLAN.

Según el político, una medida que pasar por aplicar aranceles a las importaciones mexicanas golpearán el bolsillo de las familias estadounidenses que consumen muchos productos hechos en México.

«Si México enfrentara esto como una realidad, no como una amenaza retórica (…) el gobierno mexicano tendría que responder”, aseguraba Videgaray en una entrevista radiofónica.

Por otro lado, aclaró que “probablemente la respuesta no sería imponer un impuesto generalizado a todas las importaciones que vengan de Estados Unidos, porque eso lastimaría al consumidor mexicano»; sino que se haría «de manera selectiva”.

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