En circunstantes adversas como las que se viven por la pandemia del COVID-19 la unidad y la confianza en empresas familiares han permitido la supervivencia y la generación de mejores utilidades, reveló el estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, presentado por el Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM–BBVA del IPADE Business School.
El informe estadístico 2020 muestra que para el 69% de las empresas familiares sus ventas mejoraron en los últimos tres años. Para el 70% su patrimonio creció en el mismo periodo. Y, de la mano con el indicador anterior, también los bienes familiares aumentaron. Mientras que 82% de los encuestados confía en que la familia empresaria logrará superar los estragos del COVID-19.
“A pesar de que en los últimos tres años hemos vivido una situación de inestabilidad que ha ido al alza, los resultados de las empresas familiares participantes son positivos”, destacó Ricardo Aparicio Castillo, director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA del IPADE Business School.
El estudio reveló que, en las circunstancias adversas recientes, la unión de la familia ha sido un factor de impulso para enfrentar los desafíos; así lo considera 76% de los encuestados. En tanto, el 72% manifestó que la adversidad que se vive en el entorno unió lazos familiares.
Alfonso Bolio Arciniega, profesor decano de las áreas de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE, consideró que el apoyo, dedicación y compromiso de una familia empresaria ayudan al éxito en situaciones difíciles, así como a sortear los retos que se presenten. Además, mejoran las posibilidades de sobrevivencia.
A estas retos se enfrentan
El informe confirma que la sucesión y la institucionalización siguen siendo las grandes tareas pendientes en las empresas familiares. El 48% no tiene definido sus procesos sucesorios. Solo un 7% lo tiene claro.
Con respecto a la adecuada institucionalización, profesionalización y desarrollo del buen gobierno en la empresa familiar, 21% de las organizaciones presentan un nivel adecuado de progreso. Sin embargo, más de la mitad (55%) tienen temas pendientes de resolver y 24% está en un riesgo serio de no subsistir, debido a la acumulación de malas prácticas.
De igual forma, el 72% de los líderes de esta clase de empresas asumen múltiples roles. Es decir, gestionan, gobiernan, son dueños y, por supuesto, son parte de la familia.
Asimismo, el Gobierno Corporativo está muy poco desarrollado, ya que es inexistente en un 60% de las empresas familiares. Solo un 10% lo tiene claro y funcionando, de acuerdo a las recomendaciones de mejores prácticas corporativas.
Por otra parte, en las organizaciones familiares las mujeres aún ocupan un porcentaje bajo en las posiciones de liderazgo, ya que sólo 18% se les ve como líder de la empresa familiar.
Con relación a los porcentajes de aquellos que se consideran líderes y ocupan la posición de Dirección General, el porcentaje de mujeres en esa doble dimensión es todavía menor: 13%.
Asimismo, quien está en la posición máxima de la empresa, no necesariamente se le ve como líder, ya que está implicada la propiedad, desde donde también se puede ejercer un gran liderazgo sobre la empresa y la familia.
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