Sin duda, un tema que nos preocupa a todos por igual en este principio de año es el precio del dólar, el cual, según muchos expertos, puede llegar a tocar en breve la línea de los 20 pesos.
Como bien sabemos, un incremento en el precio del dólar (la divisa más utilizada comercialmente) provoca un desfase en todos los sectores productivos y un alza en los costos de productos y servicios, para los cuales viene una reacción en cadena. Por ello, debemos tomar medidas para que los bolsillos, tanto de personas físicas como de negocios, no sean tan maltratados.
Es importante considerar que la moneda estadunidense ha tenido un incremento, en el último semestre, de más de 20 por ciento; por lo cual, si los pronósticos de que pudiera llegar a 20 pesos fueran ciertos, el aumento sería de 25 por ciento.
Si analizamos, primero, lo positivo de esta situación, nos daremos cuenta de que para los negocios que venden productos al extranjero y realizan transacciones en dólares, indudablemente esto les va a favorecer, pues venderán sus mercancías a un precio más alto; sin embargo, si el aumento de la divisa va acompañado de una devaluación (como suele suceder), también crecerán los costes de producción y por lo tanto, la utilidad será mucho menor.
Otro problema que enfrentarían las empresas sería el de los créditos contraídos en dólares con instituciones nacionales o internacionales: si el crédito no se negoció bajo condiciones de previsión de fluctuación cambiaria, la deuda se elevará de forma considerable, esto sin contar el crecimiento de las tasas de interés.
Cabe mencionar que quienes sí obtendrán beneficios son las compañías o personas que ahorran en dólares.
A pesar de las dificultades, no debemos entrar en pánico y predisponernos a un “efecto tequila” o al famoso “efecto tango” de Argentina; más bien debemos tomar las medidas adecuadas para minimizar el impacto. Por esto, sugerimos a los empresarios considerar las siguientes medidas:
- No endeude a su empresa en dólares, a menos que todos sus ingresos sean en esta moneda.
- Si tiene algún crédito en dólares, evalúe la conveniencia de mantenerlo así o cambiarlo a pesos mexicanos.
- Investigue acerca de instrumentos de cobertura, como forward o swaps. Si los maneja bien, pueden hacer que su compañía no resulte tan afectada ante un inminente aumento del dólar.
- No tome ningún tipo de decisión derivada de especulaciones; esto lejos de beneficiarlo, puede ponerlo en situaciones complicadas.
- Si su empresa es IMMEX, busque más insumos de origen nacional. Ya pasó el tiempo de importar todo bajo este programa.