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¿Cómo poner límites a mis hijos?

Primera parte, hijos que cursan la educación primaria

Para darnos una idea de lo que podría suceder en cuanto a la formación de nuestros hijos cuando no ponemos límites o consecuencias, me gustaría comenzar con una anécdota que puede ilustrarnos un poco antes de profundizar en el tema.

“Hace algunos años, un candidato realizó exámenes de admisión en un centro educativo. Tanto papá como mamá se encontraban muy contentos de la opción que buscaron para su hijo: buen nivel académico, excelentes instalaciones, formación humana de alta calidad, etc. Tres días posteriores a la evaluación, al momento de llamar para concertar la cita en la que se entregarían los resultados, la familia comentó que sentía tristeza debido a que su hijo por los amigos que tenía, el ambiente que vivía y porque no era lo que él deseaba no se cambiaría de colegio. Agradecieron todas las atenciones que se les brindaron y confiaban en lo futuro su hijo se decidiera a dar ese gran paso para cambiarse al colegio que los papás deseaban para él. Si usted se pregunta a qué grado aspiraba el alumno, no era bachillerato ni secundaria; el pequeño realizó exámenes de admisión para el grado de primer año de primaria.”

La historia anterior es verídica, no la he creado ni sacado de un libro de ciencia ficción (aunque parecería). Es una ilustración y pequeño matiz de lo que hoy se vive en la cotidianidad. No existe mala voluntad de las familias, lo que nos falta son herramientas y consecuencias para formar adecuadamente a nuestros hijos, mismas que deben ir complementadas por un tinte de valor al momento de aplicarlas y una cierta congruencia y sencilla metodología progresiva.

Como en los artículos anteriores, le daré pautas muy concretas que nos pueden ayudar a formar a nuestros hijos, de tal forma que preparemos el camino para acompañarles de una mejor forma llegado el momento de su adolescencia. Como decían nuestros mayores: “es mejor tener una colorada que cien pintas”.

Es básico actuar de manera “suave en la forma y firme en el fondo”. Es decir, aplicar las consecuencias con amor y de manera serena, explicando a nuestros hijos que lo hacemos por su bien y porque les amamos. Es igualmente, o tal vez más importante, actuar en pareja y mantener la consecuencia.

Recomendaciones prácticas:

Un ejemplo concreto:

Comida en casa:

Es común que llega la hora de comida y acaba en pleito familiar debido a que nuestros pequeños no se comen la verdura, fruta, el agua no es del sabor que me gusta, etc. Y, en ocasiones, ya sea papá o mamá acaban cediendo al capricho del pequeño.

¿Qué debemos hacer?

  1. Actuar serenamente. La comida es progresiva, por ello no podemos brincar de la primera entrada al plato fuerte o al postre. Lo principal es formar patrones, límites y hábitos.
  2. Si nuestro hijo (a) no desea comer, es muy sencillo: le decimos que puede no hacerlo, ello implica que no podrá tomar alimento (incluye comida chatarra), hasta la hora de la cena.
  3. Al momento de la cena se le vuelve a presentar el mismo plato que dejó a la hora de la comida (habrá que calentarlo de nuevo), explicándole que debe comer lo que ha dejado al medio día para complementarlo con la cena prevista.
  4. Si no decidiera comerlo, le da las buenas noches amablemente y se puede ir a dormir. Al día siguiente, es recomendable enviar la comida que dejó en un recipiente y pedir a una autoridad del colegio que se lo caliente y lo entregue a la hora del recreo.
  5. Es real que no es tan importante el plato de verduras o fruta, lo verdaderamente trascendente es que a través del ejercicio anterior, ha formado límites en su hijo y él se dará cuenta que usted actuará siempre de la misma forma.
  6. Puede ser dolorosa la consecuencia más para el adulto que para el niño (a), ya que obviamente el sufrimiento de nuestros hijos nos duele. Habrá que tener en todo momento una visión clara no a corto, sino a mediano y largo plazo. Ello nos permitirá darnos cuenta que estamos actuando de una manera correcta, fundada en el amor y corrección fraternas.

Si desea más información en cuanto a ejemplos concretos de límites en sus hijos, puede escribir a la siguiente dirección de correo electrónico gsantamaria1976@hotmail.com en la que con gusto podremos brindarle más herramientas.

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