El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en Estados Unidos podría abrir un escenario de endurecimiento en la política migratoria con impacto directo en México.
Según Nadine Cortés, experta en temas migratorios, la postura anti-inmigrante de Trump traerá consecuencias para el país, tanto en lo humanitario como en el económico y diplomático.
“México será nuevamente la barrera de contención para el flujo de migrantes hacia Estados Unidos. Sentiremos las políticas de Trump de una forma aún más cruda”, destacó Cortés.
Endurecimiento de políticas: El retorno de «Quédate en México»
Para Cortés, una de las primeras medidas de Trump será revivir el programa “Quédate en México”.
Dicho programa obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras sus casos se resuelven en Estados Unidos.
Durante su primera administración, Trump ya había implementado este programa, y aunque tuvo continuidad bajo los gobiernos de López Obrador y Biden, se anticipa que sea más severo en esta segunda etapa.
“Es probable que el despliegue de efectivos en la frontera sur de México se incremente, lo que generará una saturación de los albergues y forzará una mayor militarización en las rutas migratorias”, señaló la especialista.
Presión económica y saturación en el sistema de asilo
La Comisión Mexicana de Ayudas a Refugiados (COMAR), que ya enfrenta limitaciones de recursos, podría verse sometida a una mayor presión con el regreso de Trump.
Cortés destaca que, con un sistema colapsado, México tendrá que asumir la carga de gestionar un número creciente de solicitudes de asilo.
A su consideración, Cortés pronostica que esto sobrecargará aún más los recursos de atención en las fronteras.
“La COMAR, que ya trabaja al límite de sus capacidades, tendrá que soportar aún más casos sin el apoyo suficiente. Esto profundizará los desafíos humanitarios en la región”, indicó.
La amenaza de las redadas masivas y el aumento en la xenofobia
Para la especialista, uno de los efectos más alarmantes del regreso de Trump es la psicosis social y el temor latente en las comunidades migrantes en Estados Unidos, particularmente entre los mexicanos.
Esta situación, que ya se vivió en su primera administración, podría intensificarse con nuevas redadas masivas y medidas restrictivas que, según Cortés, podrían incluir la persecución interna de migrantes.
“Trump ya ha prometido redadas sin precedentes, y sabemos que es uno de los políticos que más cumple sus promesas. Esto no solo genera incertidumbre, sino un clima de xenofobia que impacta directamente a las comunidades migrantes”, explicó.
Las propuestas de Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos
Consecuencias económicas: Remesas y la mano de obra latina en EE.UU.
La especialista también subraya el impacto económico de las políticas de Trump en México, especialmente en el flujo de remesas y la posible reducción de oportunidades laborales para los migrantes.
Aunque Trump promueva una política de cero tolerancia, Cortés señala que la mano de obra latina es vital y difícilmente se puede reemplazar.
“La política migratoria de Trump genera una ‘inflación estructural’. Sectores como la construcción, los servicios y la industria manufacturera dependen de la mano de obra migrante, por lo que cualquier intento de reducir su participación tendría efectos económicos negativos para ambos países”, afirmó.
Desafíos diplomáticos: una relación compleja con EE.UU.
El regreso de Trump también implica un reto para la nueva administración mexicana, que ahora encabeza Claudia Sheinbaum.
Cortés considera que la relación diplomática entre ambos países se verá afectada, en particular por las diferencias en enfoque sobre los derechos de los migrantes.
“Sheinbaum enfrentará un reto diplomático complicado con un socio comercial clave que tiene una postura restrictiva en temas migratorios. Esta relación será una prueba para México en términos de política exterior”, afirmó Cortés.
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