Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos de América, sin duda uno de los temas que más ha preocupado a los empresarios nacionales, es la tan anunciada renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN). Pero, ¿cómo podría afectar a los empresarios de llevarse a cabo esta acción por parte del mandatario estadounidense?
Lo primero que hay que tomar en cuenta es que es sumamente importante que esta renegociación se lleve a cabo bajo los términos adecuados, ya que una mala negociación, a quien más afectaría, sin lugar a dudas, sería a México.
Es necesario recordar que el principal objetivo de un Tratado de Libre Comercio, es lograr la facilitación de las actividades comerciales entre los países firmantes, a través de la eliminación –paulatina o automática- de los aranceles impuestos a los productos que se intercambian entre ellos, así como facilitación para la prestación de servicios y otras facilidades de tipo no solamente aduanal, sino laborales, culturales, profesionales, de propiedad intelectual, etc.
Si Estados Unidos decidiera salir del acuerdo, el trámite lógico comercial inmediato a seguir por parte de nuestro país, sería el seguimiento a las reglas establecidas por el acuerdo de facilitación económica de la Organización Mundial de Comercio (OMC), mediante el cual, si bien los aranceles que se pagarían no serían del 0%, si serían mucho más bajos que los que deberíamos pagar normalmente.
Si bien por la parte jurídico-comercial estaríamos protegidos, lo que podría en un momento dado ser un efecto desastrozo, serían las reacciones por parte de Estados Unidos para bloquear las operaciones comerciales entre ambos países, ampliando el porcentaje de cupos (límites impuestos por los países como una medida proteccionista para sus productores locales), imponiendo embargos, etc. Esto si sería una consecuencia sumamente negativa a tomar en cuenta.
Uno de los puntos más importantes en los que los empresarios deben empezar a trabajar como prevención ante cualquier incidente derivado de la renegociación del TLCAN, es voltear los ojos hacia nuevos mercados. Si bien, Estados Unidos siempre va a ser importante para nuestro país comercialmente hablando, es momento de empezar a detectar oportunidades de negocio con otros países, en donde existe también una enorme oferta y demanda de productos y servicios, que los empresarios mexicanos pueden aprovechar de manera exitosa.
De esta forma también minimizamos el posible impacto económico relacionado, por ejemplo, con el aumento de los costos por las importaciones que hacemos de Estados Unidos.
Lo que si debe quedar muy claro, es la postura que debe tomar México ante esta renegociación, y es en una doble vertiente, por un lado, no se debe aceptar nada que sea contrario a los intereses del país, pero por otra parte, si debemos estar abiertos a aceptar cambios que nos lleven a volvernos más competitivos, sea con el vecino país del norte, o no.