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¿Cómo pedir perdón a tu jefe si cometiste un error en el trabajo?

Pedir perdón a nuestros superiores por un error que cometimos puede llegar a ser una de las cosas más incómodas que nos suceda en el trabajo; sin embargo, esto no tiene que representar ningún óbice para no hacerlo. Es cuestión de saber cómo. 

Amy Morin, psicoterapeuta, escritora reconocida en temas de fortaleza mental y columnista en diversas revistas como Forbes, escribe: “Puedes pensar que pedir perdón no te garantiza nada, pues no deshará tu error. Incluso podrías temer que una disculpa te hará ver débil. Sin embargo, disculparte con tu jefe le demostrará que te haces responsable de tus equivocaciones”.

Scott Steinberg, especialista en temas de ética laboral, coincide con la visión anterior. En una columna para el portal Quartz, señala que una disculpa sincera y bien pensada puede transformar rápidamente una experiencia negativa en un momento de enseñanza que genere trabajo en equipo y confianza entre todas las partes involucradas. 

Asumir la responsabilidad de tus fallos puede ser una manera de demostrar fortaleza, de que eres consciente de un fallo, de que estás trabajando para corregirlo y que sigues siendo capaz de tener el control de cualquier situación”, refiere. 

Según expertos, estos son los elementos que deben integrar una buena disculpa:

Entiende el contexto

Pedir perdón puede resultar peor que el error que motivó el ofrecimiento. El libro “El arte de la disculpa: Cómo, cuándo y por qué ofrecer y aceptar disculpas”, escrito por la autora Lauren M. Bloom, esclarece el punto de la siguiente manera:

Los obsequios para expresar arrepentimiento y ofrecer perdón pueden ser inapropiados para el espacio laboral”. La escritora alude al caso de un colaborador que regaló un ramo de flores a una compañera para obtener su perdón. Craso error: “El jefe  lo percibió como un gesto tanto sexista como demasiado personal. Una disculpa errónea puede llegar a ser más ofensiva que el error original“, aseveró.

No dejes que el problema crezca

Tratar de escapar de tus errores a través del silencio, esperando que nadie se dé cuenta y pase desapercibido, no mejorará absolutamente nada. En este sentido, Scott indica: “Discúlpate tan pronto como te sea posible. Esto evitará que otros lleguen a conclusiones -erróneas- o malinterpreten tus intenciones”.

Huye de los pretextos

Como reza el adagio dicho por Harvey Specter, “los ganadores no inventan excusas”. Una excusa coloca la responsabilidad en alguien o en algo más, menciona Amy. Pero el que evites los pretextos no quiere decir que debas omitir qué fue lo que sucedió. “Aclara qué fue lo que salió mal”, resalta.

Asume tu responsabilidad

Este elemento se deriva del anterior. El dar una explicación de por qué te equivocaste se presta para aceptar tu responsabilidad en el yerro. “Escudarte en frases como ‘tuve que hacerlo o habría sido peor’ o ‘lo hice porque nadie en el equipo estaba haciendo su trabajo’ te hará ver peor, no mejor. Al aceptar tu responsabilidad demuestras que puedes hacerlo mejor en el futuro”, sostiene Amy. 

Escucha a tu jefe

Al ofrecer una disculpa, debes estar consciente de que tu superior querrá hacerte saber lo que piensa de la situación. Aunque temas que se enoje, Bloom aconseja que lo dejes expresar sus sentimientos: 

Si tu jefe quiere desahogarse, solo escucha. No importa lo que diga o cómo lo diga, no lo interrumpas. Darle a la otra parte la oportunidad de decirte lo mucho que te equivocaste y cuán enojados, o heridos o decepcionados están, es a menudo la parte más difícil de cualquier disculpa, pero la persona a la que le has hecho daño no se sentirá escuchado a menos que lo hagas”. 

Demuestra que resolverás tu error

De poco o nada servirá ofrecer disculpas si no pruebas que estás consciente de lo necesario para redimir tu error y asegurarte que no volverá a ocurrir.

Deja en claro por qué el problema no aparecerá otra vez, y los pasos específicos que estás tomando para corregirlo: ya sea validando con tus supervisores de manera más frecuente o buscando la retroalimentación de tus compañeros”, subraya Steinberg. 

Respeta las jerarquías

En muchas organizaciones, las jerarquías son invisibles en el día a día, por lo que todos parecen ser más o menos iguales. Pero incluso en una cultura organizacional más colegial, donde todos los colaboradores son amigables, nunca te disculpes de manera informal con un superior. Tan pronto como cometes un error, la jerarquía vuelve a su lugar. Respétala”, aconseja Bloom. 

Por eso mismo, advierte que no es recomendable incluir una broma o hacerte el gracioso durante la disculpa. Subraya que si bien es cierto que el humor es bueno para aliviar la tensión, le dificulta a la gente saber qué tan sincero eres. 

Y por favor, no te vuelvas a equivocar

Las personas que terminan siendo despedidas son aquellas que no aprendieron de sus errores”, sentencia Bloom.

Eso sí, si te equivocas, no te flageles ni te martirices. “Nadie es perfecto. Todos tienen una historia para disculparse, pero debes estar dispuesto a expresarla”. “Una vez que hayas manifestado tu arrepentimiento, déjalo atrás y da vuelta a la página. Con un poco de suerte, tu jefe hará lo mismo. Eventualmente”, finaliza Bloom.


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