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Cómo Microsoft Japón aumentó su productividad con tres días de descanso

Japón enfrenta un problema serio de salud pública derivado del exceso de trabajo al que se enfrentan sus profesionistas. En 1987, el Ministerio de Salud del país asiático comenzó a recopilar estadísticas sobre las muertes causadas  -ya sea por afecciones a la salud o por suicidio- por el desgaste laboral, fenómeno que recibió el nombre de ‘Karoshi’

Las cifras más alarmistas estiman que alrededor de 10 mil personas mueren por año en Japón debido al exceso de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo estima que 1 de cada 5 japoneses trabaja más de 12 horas diarias como parte de su jornada laboral. 

La desmesurada adicción al trabajo también se ve reflejada el siguiente dato: según varios estudios, los nipones son los que menos duermen en el mundo, con un promedio de sueño de 6 horas 35 minutos,  45 minutos menos que el promedio internacional. 

De acuerdo al corporativo RAND, laboratorio de ideas norteamericano que forma a las fuerzas armadas de los Estados Unidos, la falta de sueño del país asiático se traduce en la pérdida de aproximadamente 138 mil millones de dólares para la economía japonesa. 

Es por ello que las empresas en Japón han trazado estrategias para mitigar los riesgos y afectaciones para sus trabajadores. Por ejemplo, Nexbeat ha instalado  habitaciones en sus oficinas para que sus colaboradores puedan descansar y dormir ahí y paliar el insomnio. Además, tienen como norma salir antes de las 21:00 horas y no hacer horas extra. 

La última medida que ha salido a relucir  es la estrategia implementada por Microsoft Japón: acortar la semana de trabajo a cuatro días únicamente -de lunes a jueves. Si bien este sistema no es nuevo, sí cabe destacar los buenos resultados que ha dado a la compañía la adopción de este esquema laboral.

En agosto, la empresa nipona estableció un “Working Reform Project” llamado “Work-Life Choice Challenge”, en el que durante el octavo mes del año, le dieron el viernes libre a 2,300 trabajadores, acortando un día su semana laboral.

Los resultados hablan por sí mismos: aún trabajando un día menos, la empresa registró un aumento en la productividad del 39.9 por ciento. 

Un análisis reveló que el incremento en el rendimiento se debió a una serie de modificaciones hechas por los colaboradores en relación a las juntas laborales: al tratarse de semanas de trabajo más cortas, se vieron en la necesidad de eficientar su tiempo, por lo que las reuniones fueron o eliminadas, reducidas o cambiadas a videoconferencias en lugar de ser presenciales. 

Asimismo, el esquema laboral logró que los empleados redujeran en una cuarta parte  (25.4 por ciento) los días libres pedidos en el mes; la impresión de hojas se redujo a más de la mitad (58.7 por ciento); y se utilizó una quinta parte (23.1 por ciento) menos de electricidad en la oficina. 

Ante los buenos resultados, Microsoft Japón tiene la intención de repetir la iniciativa para el próximo verano, o incluso,

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